Sexto traspiés consecutivo de la Olímpica Valverdeña

Con ánimos de enderezar el rumbo se presentaba este encuentro por parte de la Olimpica Valverdeña, después de seis jornadas sin conseguir la victoria. Y a punto estuvo de hacerlo, ya que los puntos que tenía volaron en los últimos minutos de un partido que controlaba justo hasta la expulsión de Izquete a falta de cinco minutos para el final. Avisó pronto el equipo gaditano de lo que queria hacer en el partido. Una defensa bien arropada por el centro del campo y dos extremos muy abiertos en las bandas, con un juego directo hacia ellos para que Hoyos, solo en punta, intentase sacar provecho a algún envío.

Por contra, los locales querían imponerse, pero no con mucha fortuna. Cuando llegaban al área visitante no conseguían materializar ese leve dominio. Los centros desde la banda derecha de Izquete creaban peligro al portal del rival.

Mediado el primer tiempo, el Balón de Cádiz pudo adelantarse en el marcador tras una jugada de Crespo, su mejor hombre, que sirvió a Miguel, pero su chut fue repelido por Roque en una buena intervención. Posteriormente, de nuevo Roque atajó un disparo de Hoyos que llevaba mucho peligro. El dominio era valverdeño, pero las ocasiones las ponían los visitantes. Con esta tónica se llegó al descanso.

En el segundo tiempo, el técnico local dio entrada a Chato en el lateral derecho, un jugador con más recorrido que Cayetano, desplazado de su puesto del centro de la defensa, para intentar ayudar a Izquete en el ataque. Pero fue a la salida de un córner, tras una jugada de un luchador Rivero, en la que Caro se elevó por encima de toda la defensa y, con un espectacular cabezazo, para hacer el 1-0, con una especial dedicación de todo el equipo, formando una piña abrazados y con los dedos apuntando al cielo, a su compañero Guti.

Corría el minuto 50, y los valverdeños habían conseguido perforar el arco visitante en la primera ocasión clara que tuvieron. Benítez, técnico visitante, jugó sus cartas dando entrada a los delanteros que calentaban el banquillo, pero no consiguió su propósito, ya que los locales no estaban dispuesto a perder la renta conseguida y controlaban el partido más o menos sin que le creasen peligro. Incluso, a punto estuvo la Olímpica de aumentar su renta con un cabezazo del juvenil Senra, que había entrado poco antes, y Antomi sacó bajo palos.

Y llegó la jugada clave del partido: una entrada en el área visitante en la que Izquete se lanzó con los piés por delante al intentar cortar un balón. El colegiado lo sancionó con la segunda amarilla, que dejó al equipo en inferiodad numérica a falta de cinco minutos.

Tan sólo dos después, Javi, recién incorporado al juego, metía la puntera al rematar una falta y empataba el choque en una de las escasas llegadas gaditanas del segundo acto. Pero pudo ser peor, ya que los locales jugaron los minutos de descuento con otro jugador menos, al ver Mantero dos amarillas seguidas por protestar.

Al final, en el último minuto, unas claras manos dentro del área del Balón de Cádiz fueron muy protestadas por los jugadores y el público valverdeño, pero el colegiado, mal posicionado, no vio nada.