Rabia, dolor, impotencia e indignación

Indignación, frustración, rabia y dolor. El sentimiento de la plantilla albiazul, al término del encuentro de ayer ante el Almería, se resume en estos adjetivos. El motivo principal tiene que ver con una polémica decisión arbitral que llevó a los de Hugo Sánchez a lograr el empate. Dicha actuación ha sido muy criticada por los jugadores. Sebastián Nayar es uno de los jugadores de los que se ha despachado a gusto en este sentido, teniendo en cuenta además el último arbitraje sufrido en San Mamés, donde no pitaron un claro penalti sobre Colunga. "No me gusta hablar de los árbitros pero lo de hoy -por ayer- es increíble -comenta- ante el Athletic de Bilbao nos robaron dos puntos, y hoy de nuevo otros dos, si lo que quieren los colegiados es que descendamos, que nos lo digan y ya está". No sólo eso, para el centrocampista argentino el partido de ayer "no era fácil y, sin embargo, lo dominamos, sobre todo, en la segunda mitad, donde tuvimos más la pelota, y cuando teníamos ganado ya el partido, se produce una mano del rival que la vio hasta mi madre que está en Argentina, y el árbitro no la señala, yo nunca había visto uno tan malo como el de este partido".

Otro de los jugadores que se llevaba las manos a la cabeza tras la decisión arbitral que costó el empate al Recre fue Iago Bouzón. "Estoy muy enfadado porque cuando un partido se te va en una jugada en la que primero hay una falta del Piatti y después una mano del mismo jugador que nadie pita y después hay un penalti inexistente que sí pita y te marcan, es para estar enfadado", comenta. El lateral derecho, que intervino en una acción al comienzo del partido que supuso la expulsión del almeriense Crusat, la explica del siguiente modo: "Darme, sí me da, lo que no sé es si el árbitro interpreta que es por detrás o no, independientemente de eso, no se puede comparar una expulsión en el minuto diez del encuentro con un penalti en los últimos minutos del encuentro".

Para Bouzón, las actuaciones de los árbitros en contra del Decano "se están convirtiendo en una costumbre" ya que "los errores siempre caen del mismo lado, el nuestro, y sin irnos muy lejos en esta Liga, con el partido de la semana pasada y éste ya hemos perdido cuatro puntos", lamenta.

Al margen del colegiado, el lateral diestro reconoce que el equipo albiazul no tuvo un buen comienzo pero sí supo reaccionar. "En la primera parte no mostramos el nivel al que estamos acostumbrados, hay que tener en cuenta que ellos, al quedarse con uno menos, se echaron atrás y dificultaron mucho nuestro ataque, pero en la segunda parte, a base de mucha paciencia, fuimos controlando el partido y dispusimos de más ocasiones para adelantarnos en el marcador, incluso marcamos y merecimos los tres puntos en juego".

Haciendo alarde de su carácter optimista, Iago Bouzón dice: "me quedo con lo positivo de este equipo, que está cada día más sólido, sabe lo que hace en el terreno de juego, lo demostró ante el Athletic y hoy -por ayer- ante un Almería, que se había encerrado muy bien atrás".

Especialmente "dolido" tras el resultado de ayer se encontraba Aitor, que explica cómo se encuentra el vestuario. "No está mal pero después de dos semanas seguidas en las que deberíamos haber ganado y por errores arbitrales no ha sido así, eso duele porque no nos lo merecíamos". Según el polivalente jugador, que ayer intervino como lateral, "últimamente llevamos unos arbitrajes muy malos, el de Bilbao fue nefasto y el de hoy -por ayer- más de lo mismo, de no ser así, estaríamos en una posición más cómoda en la tabla clasificatoria". Independientemente de la actuación arbitral, el jugador vasco dice que en el partido de ayer "no estuvimos finos, no creamos las mismas ocasiones que en anteriores encuentros y no supimos aprovechar nuestra superioridad numérica, además, nos resultó muy difícil atacar ante un equipo echado atrás y con una defensa tan arraigada, no encontramos espacios, en definitiva, no fue un buen día".