La Luz regresa a las tinieblas

El Huelva La Luz dio ayer un paso atrás en sus aspiraciones tras perder ante el Caja Rioja por 74-75. Los onubenses no sólo descartan tener la ventaja de campo en la primera eliminatoria de ascenso, sino que vuelven a complicarse su presencia en el play-off, dejando escapar una ocasión de oro para confirmar la mejoría y las buenas sensaciones apuntadas en Andorra.

Esta recaída siembra de dudas el futuro del equipo, que no termina de hacer un partido completo y camina sin rumbo fijo; porque ayer el Huelva La Luz tuvo minutos brillantes, pero otros en los que volvió a aparecer su lado oscuro.

La derrota dejó además un amargo sabor de boca por la forma en que se produjo, regalando un triunfo que tuvo en la mano. Con el encuentro ya agonizando Howard metió un triple que daba medio partido a los locales (74-72 a falta de 28 segundos), pero Holmes -letal con 6/8 de tres y 22 puntos en 25 minutos- respondió con otro lanzamiento desde más allá de 6,25 (74-75).

A falta de 12 segundos para la conclusión, Juan Ramón López pidió un tiempo muerto para planificar la última jugada. Sobrevolaba por el Palacio el fantasma de los finales apretados, que ya jugó malas pasadas ante Huesca y Andorra (partidos que se perdieron por no saber jugar la última posesión).

En este caso el conjunto onubense sí hizo bien los deberes y la defensa riojana se vio obligada a cometer falta sobre Miller a falta de 6 segundos. El pívot falló sus dos lanzamientos, enterrando así casi todas las opciones locales, pero el destino quiso darle una segunda oportunidad al Huelva La Luz y Antonio Gómez capturó un rebote ofensivo que valía su peso en oro, penetró y asistió a Howard, que incomprensiblemente no supo ponerle la guinda al partido y erró un lanzamiento cómodo. Demasiado castigo. Demasiado cruel.

A todo esto hay que añadir otro castigo, en este caso individual. Rubén Martínez, de los mejores del Huelva La Luz en la primera mitad, salió como titular tras el descanso, pero apenas estuvo dos minutos sobre la cancha. El técnico consideró que no estaba defendiendo como debía, lo sentó y no lo volvió a sacar. Mal síntoma.

Además, la mejoría tiene que llegar de todo el colectivo, y hay jugadores cuya aportación dista mucho de lo que se espera de ellos, sobre todo en el juego interior, con un Miller que quiere pero no puede, un Williams desaparecido, y un Howard con tendencia a jugar más por fuera que por dentro. En los exteriores, Rufián, Antonio Gómez y Matemalas brillaron, pero a Nelson se le sigue esperando.

Si el conjunto local vivió la cruz, al Caja Rioja le tocó la cara. Nunca le perdió la cara al partido, se consolida en la zona noble y de paso se quita de enmedio a un posible rival directo. Vivió de su tiro exterior (23 lanzamientos de dos y 29 de tres), con un soberbio 41.4% en los triples, clave de su triunfo.

El inicio del choque prometía, con un mate de Nelson al que siguió un festival de triples (4 en menos de dos minutos). La igualdad era la nota dominante, y las buenas acciones de Rubén Martínez y Rufián abrieron la primera brecha (23-16). Las defensas suben de intensidad y las canastas están más caras; las diferencias se mantienen y el Huelva La Luz amaga (41-32), pero el Caja Rioja responde, llegándose al descanso con 43-37.

En la continuación, el buen trabajo defensivo del Huelva La Luz le permite mantener la iniciativa en el electrónico, pese a pasar por malos momentos en ataque. Matemalas y Antonio Gómez salvan la primera situación comprometida, pero los regalos se pagan caros y el tercer cuarto acaba con empate a 60 en el marcador.

Las espadas están en todo lo alto hasta que se llega al fatídico último minuto, en en el que los locales, una vez más, no supieron rematar la faena y volvieron a dejar a su afición con un amargo sabor de boca. Al final, otro tren que deja escapar el Huelva La Luz, y van ya demasiados...