"Sin caridad no hay hermandad"

El director de Cáritas Diocesana, Julio González, señala que no es sólo dar comer, sino escuchar · Los contertulios ven necesaria una mayor coordinación en las cofradías para ser más efectivo en la atención

Los contertulios en la Redacción de 'Huelva información' antes de iniciar un nuevo encuentro de 'El Aguaó'.
Los contertulios en la Redacción de 'Huelva información' antes de iniciar un nuevo encuentro de 'El Aguaó'.
Eduardo J. Sugrañes / Huelva

29 de enero 2012 - 01:00

No nacieron para la atención caritativa, sino para el culto público, pero hoy es un compromiso que debe superar el 10 o el 15% que estipulan los estatutos para la atención social. La palabra hermandad obliga a un compromiso que, especialmente en tiempos de crisis como se vive en la actualidad, se debe traducir en acciones concretas. Julio González, director de Cáritas, es el segundo invitado a las tertulias cofrade 'El Aguaó' de Huelva Información, y destaca que "sin caridad no es posible la hermandad". Una aseveración a la que se sumaron directamente los contertulios.

Julio González apuesta por un trípode de liturgia, palabra y celebración, sobre el que se debe apoyar toda acción evangelizadora. En manos del párroco y depende mucho de "saber dar juego, que no sean elementos estancos, sino que se dediquen a algo más". Una caridad que debe llegar "desde el corazón y con la razón". Reconoce las acciones que se realizan en las hermandades de recogida de alimentos, "pero también puede ser muy efectiva la labor de algunos voluntarios que sólo se dediquen a escuchar", asegura. Entiende que algunas veces "pueda sorprender que se diga no traigan alimentos", porque la acción es otra y radica en dignificar a la persona, "que tenga que comer y dónde dormir, pero es difícil en una sociedad donde falta trabajo y vivienda". Julio González añade que "la caridad es ofrecer oportunidades, como enseñar a leer para que puedan hacer un cursillo de formación, porque no sólo de pan vive el hombre".

En ese objetivo se enmarca la obra social de la coronación canónica de la Virgen de la Victoria. Un proyecto de urgencia que, como dice su coordinador Cecilio Gómez, presentan las religiosas Adoratrices de República Dominicana para dignificar a las personas más desarraigadas, a la mujer que vive en la marginalidad de la prostitución. Se congratula también que "es lo primero y lo único que a día de hoy está pagado totalmente".

Iniciativas que a modo de talleres y destinadas a la mujer se están desarrollando también en algunas barriadas de la ciudad de Huelva de la mano de la parroquia de la Concepción, de lo que habló Curri Hernández. Acciones sociales que en opinión de Vicente Quiroga realizan las hermandades y que "deben ser conocidas". Juan Alonso aplaudió estas iniciativas pero también la coronación de la Victoria y el estreno de una corona. "Porque la caridad -dice- es también dar de comer al prójimo y eso se hace con encargos a talleres artesanos", que hoy han llegado a una situación complicada, "donde no se escucha el ruido de los golpes del tallista o el del bruñido del orfebre".

Se dejó claro que la situación de crisis de la sociedad afecta igualmente a las hermandades, "que deben reconducir sus gastos en patrimonio y redoblar sus esfuerzos en caridad", es lo que dijo Eduardo J. Sugrañes. En esta línea de actuación consecuente se pronuncia Antonio Frochoso, para quien las hermandades deben empezar desde la mayor claridad y conciencia de lo que es invertir el 15% de su presupuesto en caridad, unido a ese esplendor, "no hay que hacer trampas", matizó.

Julio González invita a los cofrades a participar como voluntario en acciones de Cáritas porque lo considera como un regalo. "Es el ver a la gente que te ayuda para conseguir ese objetivo o la satisfacción que produce el haberlo podido realizar", señala. Juan Alonso se muestra en este aspecto "muy agradecido y orgulloso" de su Hermandad del Prendimiento, de la labor que realiza en toda la zona del Carmen porque para él ha sido "conocer las necesidades de la gente y colaborar para solucionarlos en la medida de las posibilidades de la cofradía, con la satisfacción que eso produce. Una actuación que se ve en el día a día, "incluso a hermanos que se acercan pidiendo una ayuda y hemos podido atenderle al menos en unos días, pagándole el recibo de la luz o llevándole los reyes magos a sus hijos".

Julio González, asegura que "enfrentarse a los problemas de los demás es una acción caritativa, pero reconoce que puede ser dura a pesar de que uno se prepare para ello".

Los proyectos de campañas de caridad que realizan las hermandades en Navidades fueron elogiadas, pero es una acción que no sólo debe estar ceñida a ese tiempo, porque "no se trata de limpiar conciencias, sino de actuar conforme a las necesidades". Por eso quizás haga falta hacer una campaña en agosto o en cualquier otro mes del año, pues el hambre está presente todo los días. En este sentido se elogia otras acciones como las campañas de caridad para la salida, que como hacen algunas hermandades recaudan dinero. Juan Alonso aplaudió a la campaña del pasado año de un kilo de alimento a la que se invitaron a todos los costaleros para que cada uno llevara un kilo de algo a cada ensayo y "el resultado fue altamente satisfactorio".

Iniciativas nuevas dotadas de imaginación y de participación son retos que deben mover a las hermandades en la línea de una mayor atención a la labor socio caritativa. En este sentido queda bastante claro que la respuesta de las hermandades debe ir encaminada a necesidades concretas, participando en proyectos concretos. Julio González pide a las hermandades "más unión y participación", lo que puede traducirse en la aportación de voluntariado, "porque siempre hacen falta manos". Al mismo tiempo reconoce como "una labor social muy importante" la que realizan las hermandades a través de sus bandas o los costaleros, "porque quita a los chavales de la calle, que no trae nada bueno". A la vez que destaca la labor de las casas de hermandad abiertas todo el año, "que son un bien de la Iglesia, porque no es solo dar, sino comunicar".

Desde los contertulios de 'El Aguaó' se expresó la necesidad de buscar una mayor coordinación entre hermandades y Cáritas, para una mejor eficacia en las acciones de caridad.

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