La autoridad judicial imputa a ocho individuos por maltrato animal
El Seprona instruyó el pasado año más de 500 atestados por infracciones administrativas
La nefasta situación económica actual impulsa el abandono masivo de animales domésticos, especialmente el de aquellos cuyo mantenimiento es más costoso, casi un artículo de lujo. Así lo certifica el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Huelva, que observa que en el caso de los caballos el asunto es todavía más grave. "Antes había mucha cría y concursos, la gente iba a por los de pura raza española, pero ahora los abandonan porque dejarlos en una protectora de animales también les cuesta mucho dinero", indicaron las fuentes beneméritas consultadas por este diario.
Dejar el cuidado de un equino en manos de un picadero puede llegar a tener un coste de unos 200 euros mensuales: "No se trata sólo de alimentarlo, sino de sacarlo a hacer ejercicio, cambiarle constantemente la cama, el saneamiento, el veterinario...; un caballo es un animal muy delicado que requiere que se pase mucho tiempo pendiente de él", señalan las mismas fuentes. En definitiva, son numerosos los dueños que deciden dejarlos en libertad, a su suerte, lo que lleva en muchas ocasiones al animal a morir de inanición o víctima de algún accidente. Para el Seprona, el gran problema con los caballos sueltos es que "son difíciles de atrapar, invaden las propiedades privadas y causan daños en alambradas y cultivos, aunque lo peor es que se vayan a la carretera y provoquen accidentes de tráfico".
No llegó a causar ningún accidente en el fin de semana del 26 y 27 de enero pasados el caballo que el martes 29 todavía permanecía en la cuneta de la vía de servicio que discurre paralela a la autovía que une la capital con Gibraleón, a la altura de Peguerillas, pero sí puso el acento sobre la peligrosidad de este tipo de sucesos.
Cuando un animal está abandonado, corresponde al Ayuntamiento de turno hacerse cargo de su recogida, pero las instituciones municipales "no suelen tener ni instrumentos ni instalaciones ni personal adecuado como para hacerse cargo, por ejemplo, de un caballo", subraya el Seprona.
El año pasado la autoridad judicial llamó a declarar a ocho personas en calidad de imputados por maltrato animal, dos más que en 2011. En dos de estos procedimientos, la víctima era un equino.
En total, el Servicio de Protección de la Naturaleza instruyó 525 atestados por infracciones administrativas relacionadas con la alimentación, la identificación o el registro de animales, entre otros asuntos. No obstante, esto supone un 38,4% de infracciones menos que en el ejercicio precedente, cuando la Guardia Civil contabilizó 853. Asimismo, según los datos facilitados a este rotativo por el Seprona, de las infracciones penales detectadas, siete fueron calificadas como delitos y otras dos, como faltas. Asimismo, seis personas visitaron los juzgados como imputados por maltratar a animales.
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