Los hitos del paisaje onubense
Un informe concluye que el acantilado del Asperillo, el Monasterio de La Rábida y el Castillo de Aroche son los tres elementos de la provincia con mayor visibilidad.
El acantilado del Asperillo, el Monasterio de La Rábida y el Castillo de Aroche son los tres hitos de la provincia onubense que cuentan con una mayor visibilidad paisajística. Así lo determina el estudio Caracterización de demarcaciones territoriales de Andalucía en base a parámetros de visibilidad. Hitos visuales, realizado por la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam), adscrita a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, y la empresa Territoria.
Este documento, a modo de top ten, recoge los principales hitos sobresalientes del territorio andaluz que, además de contar con un alto valor intrínseco -ya sea por sus cualidades naturales o por formar parte del patrimonio histórico-, gozan de una alta accesibilidad visual y se erigen en elementos visualmente singulares y de referencia paisajística en Andalucía.
El conjunto histórico de Mijas, la Peña de los Enamorados (ambos en la provincia de Málaga) y la Alcazaba y murallas del Cerro de San Cristóbal, en Almería, ocupan las tres primeras posiciones de este listado de 80 elementos en el que la provincia que cuenta con un mayor número de hitos percibidos es Málaga, seguida de Granada, Cádiz, Jaén, Córdoba, Almería, Huelva y, por último, Sevilla. En el caso de Huelva, junto al acantilado del Asperillo (puesto número 27), el Monasterio de La Rábida (28) y el Castillo de Aroche (51), también figuran la Montera de Gossan (55), la Torre del Catalán (56), el Castillo de Cala (62), el Torreón de Zufre (64) y la Peña de Arias Montano (66).
La consideración de hitos paisajísticos presupone la existencia en un determinado enclave geográfico de un punto de interés cultural, natural o histórico. Por ello, según explica el responsable de la Rediam, Francisco Cáceres, "el primer paso de este trabajo, antes de considerar la variable de visibilidad, ha consistido en seleccionar los puntos relevantes del patrimonio natural, cultural e histórico, entre los que se encuentran los Monumentos Naturales y los elementos del Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía".
Por eso no es de extrañar, tal y como asegura el experto, que haya otros hitos paisajísticos de gran visibilidad y que sean seña de identidad (ermitas, antenas, monumentos, picos, etcétera) que no se encuentran en esta lista, por no estar incluidos en los catálogos indicados. La idea, no obstante, es "seguir trabajando en esta línea para mejorar la identificación de estos hitos, a través de herramientas que faciliten la participación ciudadana, imprescindible a la hora de hablar de la percepción del paisaje".
La identificación de estos hitos paisajísticos se ha realizado solamente atendiendo a parámetros de visibilidad. La Rediam lleva tiempo desarrollando el Sistema de Visibilidad de Andalucía (SVA) y esto, en palabras de Cáceres, "no es más que una aplicación de ese sistema, que lo que hace es modelizar lo visible, lo que se ve de nuestro territorio".
En este sentido, el SVA es un modelo digital de la variable "visibilidad" que considera todos y cada uno de los puntos del territorio de Andalucía, respondiendo para cada punto de Andalucía a cuestiones como cuánto se ve , cómo se ve, desde dónde se ve, cuántos observadores dirigen sus miradas hacia él y de qué manera lo hacen (con mayor o menor interés por lo que están viendo, de forma directa o de manera más lateral).
A través del SVA, los expertos han medido la superficie desde la que puede verse cada uno de los hitos, y la han ponderado según el numero de posibles observadores que frecuentan estos territorios. "Teniendo en cuenta esta última característica, puede ocurrir que determinados hitos muy visibles desde amplios ámbitos territoriales no aparezcan en las primeras posiciones de esta lista por no encontrar poblaciones ni vías de comunicación importantes desde los que dichos hitos sean visibles. En definitiva: el ranking se ha hecho estimando el número de potenciales miradas que se dirigen a cada uno de los puntos de interés", argumenta Cáceres.
Según destaca el estudio, otro hecho importante que puede llamar la atención al echar un vistazo a la lista de hitos es la presencia de cierta abundancia de localizaciones costeras. Esto se debe a que se ha tenido en cuenta la visibilidad de los hitos desde la playa y el propio mar, que aumentan considerablemente la puntuación de la visibilidad de estos enclaves. A este respecto, las superficies marinas desde las que pueden observarse determinados hitos costeros, aún siendo relativamente poco frecuentadas, son muy extensas en términos superficiales, lo que "hace que la accesibilidad visual de determinados hitos costeros sea más elevada de lo que podríamos esperar los que no frecuentamos las cubiertas de las embarcaciones".
Para la elaboración de este censo paisajístico, los expertos descartaron elementos que exceden los límites del ámbito de estudio, como el faro de Alborán; otros cuya superficie supera las cien hectáreas, en el caso de conjuntos patrimoniales o aquellos que están localizados en el interior de zonas urbanas, a menos que queden dentro de los límites de conjuntos o sitios históricos.
Asimismo, quedan fuera del informe los hitos que se hallan ya declarados por otra figura de protección o cuyo disfrute paisajístico se deriva de su naturaleza interna y no de su atractivo visual desde otros puntos del territorio. Es el caso del patrimonio sumergido, representado por elementos como laminarias, yacimientos subacuáticos, fondeaderos y pecios submarinos, o del subterráneo, incluyendo cavidades, abrigos y cuevas. Las zonas, enclaves y yacimientos pertenecientes al patrimonio arqueológico, especialmente aquellos carentes de elementos físicamente sobresalientes (dólmenes, asentamientos, necrópolis, etcétera) también han sido excluidos.
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