La Junta de Andalucía ha reforzado las medidas de control sobre las emisiones a la atmósfera procedentes de la actividad industrial tras el episodio de pestilencia registrado entre el viernes pasado y el lunes, que motivó más de 400 llamadas al servicio de emergencias 112. Dentro de ese refuerzo se incluyó la inspección realizada a una empresa del Polígono Nuevo Puerto (ajena a Aiqbe) durante el pasado fin de semana, a la que la Consejería de Medio Ambiente ya tiene en el punto de mira (le está haciendo un seguimiento específico) y a la que ha reclamado medidas de abatimiento de las emisiones como una de las que hay que ejecutar para evitar que estos episodios sigan repitiéndose. También se ha desplazado una unidad móvil para medir las emisiones.

"Vamos a llegar hasta el final", aseguraba ayer el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal. La reiteración de los episodios y la alarma ciudadana han acelerado el proceso puesto en marcha el pasado año, en el que la Administración autonómica ha realizado diferentes mediciones para tratar de averiguar el origen del fuerte olor que invade la ciudad periódicamente. Ayer, la unidad móvil de control de emisiones se encontraba en Punta Umbría para reforzar el control existente. Y se seguirán las conversaciones con la empresa de la que se sospecha que podría tener un papel principal en el hedor registrado y a la que se ha pedido ese sistema de abatimiento de emisiones, que supondría una inversión importante.

La Junta se reunirá hoy con el conjunto de las industrias del Polo para plantearles un "marco de diálogo" en el que participen administraciones, Aiqbe, empresarios, sindicatos y otros agentes sociales. Un encuentro al que también asistirá el Ayuntamiento y en el que el consejero pedirá la "máxima colaboración" de las empresas para corregir la situación.

A principios del año que viene las conclusiones de los primeros trabajos realizados se ampliarán con un estudio olfatométrico que se espera tener listo en enero y en el que se aunarán los datos recogidos por doce empresas de dentro y fuera de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (que tendrán que realizar sus propios informes sobre los olores que emiten) y los recopilados por la Administración autonómica. A este respecto, las primeras propuestas que han presentado las empresas ante la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental se han rechazado por parte del Servicio de Calidad del Aire porque no son lo suficientemente exigentes.

En el caso de los trabajos de la Junta, esta hará una modelización para medir el impacto acumulativo de todas las industrias en distintas condiciones meteorológicas y recogerá el resultado en un mapa de olores de la capital y su entorno. Para ello, técnicos especializados -panelistas- están trabajando desde septiembre en diferentes turnos para detectar el foco concreto de emisión. Este estudio se prolongará durante tres meses, con una distribución horaria aleatoria que incluye cualquier hora del día en jornadas laborales y festivas, con especial hincapié en los tramos de tarde y noche.

Fiscal aseguraba ayer (en declaraciones recogidas por Efe) que "compartimos el hartazgo y la preocupación de los ciudadanos de Huelva porque no es de recibo que se haya producido esto y que durante el último mes se hayan repetido los episodios con una periodicidad mucho mayor". "No nos vamos a dejar influir por quienes afirman que la Junta aplica la normativa ambiental con especial dureza porque esa es nuestra obligación", aseguró Fiscal, insistiendo en que se va a actuar "con la máxima profesionalidad y el máximo celo". No obstante, recordaba ayer Medio Ambiente, en ningún momento los valores de emisiones han superado los límites marcados por la ley.

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, se comprometió ayer a reclamar una explicación sobre los olores y "que se pongan en marcha todos los mecanismos que sean necesarios para que no se vuelvan a repetir". "Como alcalde no voy a aceptar esta situación, más allá de que los niveles no superen los límites establecidos", apostilló.