Cincuenta años de la parroquia de San Sebastián y de su nuevo barrio
La parroquia de San Sebastián cumple este año su cincuentenario, es una de las primeras obras emprendidas por el primer obispo de Huelva, Pedro Cantero Cuadrado, recién creada la Diócesis. Se dignificaba así el culto a San Sebastián que desde que se derribara su capilla en 1931 para abrir la nueva entrada de la ciudad, la que se construye en 1992, estaba al culto en la que fuera la sala cadáveres y de autopsias convertida en una provisional capilla.
La erección de la nueva parroquia de San Sebastián mártir se recoge en el Boletín Oficial del Obispado de Huelva de febrero de 1956. Llegará a tener unos límites bastante amplios cogería el barrio de San Sebastián y hasta el Seminario y desde la avenida Manuel Siurot hasta los límites de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. La colocación de la primera piedra del templo tuvo lugar el domingo 9 de marzo de 1958, 'Día del papa', con un homenaje singularísimo al creador de la misma, Su Santidad Pío XII. Se procedía también a la colocación de la primera piedra de la parroquia de Nuestra Señora del Rocío
Luego llegaría la bendición de la parroquia en 1959, aquellos días previos lo vistieron de fiesta, la víspera del día del Patrón, el 19 de enero, fue todo un acontecimiento, hubo bendición del templo y a las seis de la tarde desde la parroquia mayor de San Pedro se trasladaba al Señor, al Santísimo Sacramento bajo palio. En el límite de la nueva feligresía lo recibiría el estrenado párroco de San Sebastián del de San Pedro. Las calles del barrio habían extendido sus colgaduras y Montrocal se convertía en puerta de entrada jubilosa hacia la nueva parroquia. Iba la Banda Municipal de Música y la expectación crecía, siendo aclamado el Señor en su Casa por una feligresía que atestaba la amplia nave.
Pero tendría lugar otra procesión, el Patrón llegaría después una vez entronizado el Santísimo en el Sagrario. San Sebastián dejaría por fin aquel lugar de provisionalidad permanente que le mantenía encerrado durante el año en la sala de autopsias del viejo cementerio, su parroquia, su culto diario, nunca había estado mejor el Santo que hasta ahora. Era momento de despedida, de cualquier forma este había sido su espacio durante siglos. Las calles de su barrio lucían extraordinaria iluminación y el vistoso aspecto verbenero que le era tradicional en estos días, mucho público en la calle ya caída la noche. Nada más San Sebastián en su paso procesional y entre sus vecinos se escuchaba la Banda de Cornetas y Tambores de la Policía Municipal que se estrenaba para este acto. Hubo cohetes sí, cohetes, una traca de alegría, y el Santo seguía en esta procesión extraordinaria de traslado que le llevó a su nueva Casa.
Su día, el 20 de enero de 1959, más fiesta que nunca; fue el de la primera gran celebración eucarística, de medio pontifical, el Patrón congregaba a todos, clero, vecinos, devotos y a las autoridades. Solemnidad revestida de un latido intenso que llenaba el templo, Huelva comenzaba una nueva andadura.
Lo que parecía que sería fiesta de sólo una jornada se amplió a toda la semana. Sí, la lluvia volvió a hacer acto de presencia en su día. Sí, un 20 de enero, y la lluvia roció como bendición del Cielo al nuevo templo. Así que hubo que esperar al domingo, el 25 de enero, San Sebastián salió en su domingo de enero y sí, envuelto en el calor de su gente, como ahora.
El templo de San Sebastián es de estilo moderno, proyectado por el arquitecto Ricardo Anadón Frutos. Se llega a él por unas amplias escaleras. La airosa espadaña tiene tres vanos, el central más alto y rematado en arco de medio punto y da cobijo a la campana, mientras que los laterales son rectangulares. Sobre la puerta, el escudo del primer obispo de Huelva monseñor Cantero Cuadrado.
La iglesia se incluyó dentro de un amplio proyecto de centro cultural para la formación profesional industrial de la joven obrera en Huelva, que se complementaría con un nuevo edificio anexo a la parroquia, el que luego sería el centro Santa María de la Rábida, hoy centro Siloé para la juventud. Un edificio preparado para aulas y talleres y laboratorios, así como para residencia de alumnas con 44 habitaciones. El cardenal arzobispo de Sevilla, doctor Bueno Monreal, visitó con el obispo de Huelva las instalaciones el 14 de enero de 1962 con motivo de la inauguración de varias dependencias del centro.
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