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"En los dos meses que llevamos acogiendo a dos niños, no sé distinguir entre ellos y mis hijos biológicos". Se puede decir más alto, pero no más claro. Bartolomé Fernández y Manoli García son de Moguer. Ella, auxiliar de enfermería en el centro de salud local; él, gerente de una cooperativa agrícola. Son padres de un chico de 24 años y de una chica de 21 que han acogido con "generosidad y mucho cariño" a los dos nuevos miembros de la familia, dos críos de 10 y 9 años.
Manoli y Bartolomé llevaban un tiempo dándole vueltas a la idea de adoptar un niño. "Habíamos pensado en la adopción internacional, pero la desechamos" por su dificultad burocrática y económica y "porque vimos que en nuestro entorno había muchos niños que necesitaban una familia".
Ante los escollos que fueron apareciendo para formalizar una adopción, "pensamos que una buena opción era el acogimiento familiar". El matrimonio dio un paso al frente porque "teníamos ganas de ayudar y, aunque somos de un entorno humilde, teníamos necesidad de compartir lo que tenemos con los pequeños".
Hace dos meses que los dos menores llevaron la alegría al hogar de los Fernández García. Manoli aseguró que "es una experiencia muy gratificante porque te hace feliz verlos tan contentos". Eso sí, agregó Bartolomé, "son niños, dan problemas, pero a la vez una satisfacciones enormes".
Es la primera vez que este matrimonio de Moguer acoge a menores. Constituyen una de las 31 familias ajenas onubenses que se prestan a sentir como suyos a los hijos de otros, a integrarlos en sus vidas sin necesidad de darles un apellido. A ello hay que sumar otras 195 familias extensas -abuelos, hermanos, tíos, primos..., que se hacen cargo de menores en desamparo de su propia familia-.
El 58% de estos acogimientos son permanentes. Esto es, que aunque la estancia de los menores con la familia acogedora sea temporal, puede alargarse más en el tiempo porque no se divisa un horizonte claro de recuperación en el seno de su familia biológica. Es el caso de Manoli y Bartolomé, que confesaron que "nos gustaría que esta fuera la única vez que acojamos: somos un poco egoístas y nos gustaría que se quedaran para siempre con nosotros".
Los críos nunca pierden el contacto, no obstante, con su familia biológica. Los nuevos hijos del matrimonio moguereño pertenecen a una familia de cinco hermanos: "El mayor está con una abuela, los dos pequeños también están acogidos, y los medianos están con nosotros; entre los cuatro pequeños hay mucho contacto". Ambos animaron a todos los onubenses interesados a apuntarse a esta experiencia solidaria. Para los interesados, la gestión puede hacerse a través de la página web de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta (www.cibs.junta-andalucia.es) o del Teléfono de Información a la Infancia, el 902 102 227.
Según informó ayer la delegada de Igualdad en Huelva, Carmen Lloret, en este momento existen en la provincia 246 plazas de protección de menores tutelados por la Junta de Andalucía "y todas están ocupadas por menores susceptibles de ser acogidos".
En el primer cuatrimestre de este año, Huelva cuenta con más de una veintena de nuevas familias de acogida. Los menores son, en un 62%, de sexo femenino y sus edades oscilan entre los dos y los 16 años, mientras que la media de edad de los padres de acogida se sitúa en los 45 años.
La coordinadora de Alcores, Manuela Montero, señaló que en Huelva "hay muchos niños que sufren desprotección, maltrato, abusos, y necesitan un cambio de vida, una ayuda que les pueden ofrecer otras familias".
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