La encrucijada del futuro industrial

Llegan hoy a su término las Jornadas de Extensión Universitaria Huelva tiene fosfoyesos y químicos contaminantes ¿Queremos una ciudad diferente?, un ciclo que ayer puso los focos en el debate político: desde su representación en el Ayuntamiento de Huelva, PSOE e IU tomaron posiciones sobre el futuro de la industria y la restauración de los territorios degradados por los vertidos del Polo Químico; reprochando una vez más que el equipo de Gobierno del PP recurriera a "las artes de la evasión en un asunto fundamental". En un coloquio moderado por el periodista de Huelva Información Rafael Moreno, el viceportavoz municipalista Francisco Baluffo hizo un llamamiento al consenso y a la rigurosidad, a "huir de la demagogia" a la hora de abordar estos temas para "evitar mensajes que empañan la imagen exterior de Huelva, fundamental para la captación de inversores. Desde la unidad institucional, -insistió- todos tenemos que poner de nuestra parte y buscar una convivencia entre la industria, pilar de nuestra economía, del que dependen 12.000 familias onubenses, y el medio ambiente, la calidad de vida". En esta línea, el concejal recordó dos itinerarios que sigue la Administración autonómica: el plan estratégico para la diversificación y sostenibilidad de la industria onubense y, por otra parte, la comisión técnica que ha puesto en marcha la Consejería de Medio Ambiente para restaurar las marismas afectadas por los vertidos industriales. "Esta situación tiene fecha de caducidad -aseguró-, tras la sentencia de la Audiencia Nacional, ya podemos decir claramente que los vertidos de fosfoyeso cesarán en 2012; y la Junta tiene la voluntad de que la zona de las balsas se recupere de la forma más rápida posible".

Por su parte, el portavoz municipal de IU subrayó que para su organización -una de las cabeceras de la plataforma Mesa de la Ría- "el problema medioambiental es prioritario desde hace mucho tiempo. Hablamos de una realidad que no se puede negar: 120 toneladas de fosfoyeso vertidas por una empresa privada en una zona de dominio público marítimo terrestre en una extensión de 1.200 hectáreas. -recordó Jiménez- Eso se impuso durante la dictadura franquista y no podemos dar marcha atrás, pero tampoco caminar en sentido contrario. Tanto la Junta como el Ayuntamiento dieron el visto bueno a que Fertiberia para seguir con los vertidos, cuando Costas retiró esa concesión en 2003 por incumplir las condiciones". El punto de inflexión, pues, ha sido la citada sentencia judicial, tras la cual los izquierdistas han movido ficha en todas las instituciones, reiterando ayer su doble emplazamiento: "De un lado -apuntó Jiménez- exigimos que cesen esos vertidos de manera inmediata y, de otro, que se ponga en marcha cuanto antes un plan para restaurar la zona degradada. Defendemos que la ciudad crezca hacia el Sur acercándose a su Ría, recuperando ese espacio de manera no traumática. La defensa del empleo y el medio ambiente no son incompatibles: el peor enemigo del empleo es la industria sostenible".