Gastronomía en Las Dunas

En el restaurante Las Dunas, en Mazagón, se han iniciado las terceras Jornadas Gastronómicas del Entorno de Doñana, en esta ocasión dedicadas al langostino.

Para presentar el acto se compuso una mesa redonda en la que se encontraban presentes Juan Blanco, de Las Dunas; Juan Francisco Martín Martín, de Santa Bárbara de Casa, propietario de Azabache; José Antonio Zaiño, de Casa Rufino, en Isla Cristina; Fernando Hermoso, de Casa Bigote, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); Antonio Franco, del restaurante Almoradux, en Hinojos; y Las Candelas, en Aljaraque; César Hermoso, hijo de Fernando 'Bigote'; Alejandro González, 'Nono', de La Fonda de María Mandao, en Huelva; y Bernardo Romero, escritor, periodista y crítico gastronómico, que fueron desgranando su opinión personal sobre valor gastronómico del langostino y sus múltiples formas de presentación.

Una de las intervenciones más esperadas fue la de Fernando Hermoso, popularmente conocido por el nombre de su establecimiento Casa Bigote y los langostinos. Fernando fue rotundo y claro al afirmar que los langostinos que él vende son los mismos de que disponemos en Huelva, porque el sitio de captura es el mismo.

Estas jornadas de la Cocina del Langostino durarán hasta el próximo domingo, día 27 de junio, estando a disposición del público un menú degustación además de la carta tradicional.

El viernes a mediodía dispondrán de un almuerzo-maridaje con una bodega de vinos del Condado, en esta ocasión Contreras Ruiz, que están haciendo un trabajo increíble y nos presentarán alguna variedad novedosa.

Las Dunas se fundó en mayo de 1965, nos cuenta Juan Blanco. "Lo creó mi abuelo con mi padre y un tío. Mi abuelo, que tenía dos establecimientos en Sevilla, los Blanco Cerrillo, trasladó esta tradición a Mazagón y la continuó mi padre como restaurante Las Dunas. Hace tres años nos certificamos con la etiqueta Doñana 21 y como consecuencia decidimos hacer algo sobre el entorno de Doñana". Así nacieron las Jornadas Gastronómicas del Entorno de Doñana, que el primer año se dedicó al robalo, un pescado fundamental en nuestras cocina; el segundo al choco, del que poco más se puede decir de su influencia, y este tercero a otro producto estrella de nuestra despensa natural.