Medio millar de empleados se manifiestan contra el decreto del sector público
CSIF, Ustea y la Plataforma exigen en la calle su derogación · Los momentos más tensos, ante las sedes de UGT y CCOO
Una semana después de la multitudinaria manifestación de empleados públicos de la Junta de Andalucía, los trabajadores de las distintas delegaciones de esta Administración en Huelva volvieron ayer a echarse a la calle para exigir la derogación del decreto de reordenación del sector público andaluz. Convocados por los sindicatos CSIF, Ustea y la Plataforma de Empleados Públicos de la Junta, más de medio millar de trabajadores entre funcionarios, interinos y personal laboral, recorrieron el centro de la capital "para reiterar el rechazo a la privatización encubierta que supone el decreto y negar la legitimidad de cualquier acuerdo entre los sindicatos de clase y la Junta para sacarlo adelante".
Pasadas las 17:00 y con una pancarta principal que recordaba "los 35.000 contratados a dedo de la Junta", la protesta arrancó en la Delegación del Gobierno de Huelva para, posteriormente, desembocar en la Plaza de Las Monjas.
Durante el trayecto se vivieron dos momentos especialmente tensos: cuando la manifestación pasó por las sedes de UGT (en la calle Puerto) y CCOO (en la Gran Vía), los dos sindicatos firmantes del decreto. Al grito de "fuera, fuera" y "derogación sin sumisión", los empleados públicos mostraron entre pitos y abucheos su descontento con las dos organizaciones. La contestación por parte de algunas personas que en ese momento estaban en las puertas de la sede de UGT, custodiada por cuatro agentes de la Policía Nacional, "ha sido insultar e increpar a los trabajadores", según indicó CSIF.
Pasados estos altercados y después de una hora y media de manifestación, la marcha llegó a la Plaza de las Monjas donde, con una sonora pitada, reclamó a la Administración autonómica que "reconsidere su postura y escuche a los trabajadores que, en su mayoría, se oponen al decreto de reordenación a través del que se van a crear agencias empresariales donde se recolocará a los contratados a dedo por la Administración, que pasarán a formar parte de la Junta en igualdad de condiciones que los empleados públicos, los cuales han conseguido su puesto a través de unas oposiciones y concursos de méritos".
Durante la movilización, que cortó el tráfico en algunas de las principales arterias del centro, se repartieron octavillas para informar a la sociedad en general sobre la privatización que pretende llevar a cabo la Junta y cómo ésta va a afectar a los ciudadanos ya que, según CSIF, Ustea y la Plataforma, "la Administración pasará de estar al servicio de la ciudadanía a estar a merced de los intereses de los políticos de turno". Unas palabras que arrancaron los aplausos del millar de manifestantes que acudió a la protesta ataviado con camisetas y pancartas con las ya habituales cruces negras para escenificar una vez más "la muerte de la Administración Pública".
Así, las tres organizaciones convocantes advirtieron que con el Decreto de reordenación se pretende "controlar de por vida" la actividad de la Junta dejando blindados "a familiares, amigos y allegados al PSOE que trabajarán, desde enero, en las nuevas agencias en igualdad de condiciones que los empleados públicos.
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