Una cocina muy dulce y cosmopolita

La repostería de 10 países se da cita en el Curso de Cocina del Mundo en Cartayal fin El principal objetivo de sus organizadores es conseguir a través de la gastronomía una mayor integración entre los ciudadanos de las distintas culturas y nacionalidades de la localidad.

Una cocina muy dulce y cosmopolita
Una cocina muy dulce y cosmopolita
Jordi Landero / Cartaya

06 de mayo 2011 - 01:00

"Llevo viviendo en Cartaya 11 años y cada vez que visito a mi familia y amigos en mi país me piden que les cocine platos y dulces típicos de España, de lo cual me sentía incapaz hasta el momento". Este es uno de los argumentos esgrimidos por Lama Tomeh, de 30 años y natural de Siria, para tomar la decisión de inscribirse en la XIII edición del Curso de Cocina del Mundo, que como el año pasado se centra exclusivamente en la repostería, y que ha arrancado esta semana en Cartaya.

Como Tomeh, una treintena de personas de una decena de nacionalidades y divididas en dos grupos se darán cita todas las tardes durante las próximas tres semanas en las cocinas del CEIP Juan Ramón Jiménez de la localidad, dispuestas a iniciarse en unos casos, y a ampliar sus conocimientos, en otros, al mundo de la repostería.

Y nunca mejor dicho porque los alumnos están aprendiendo a elaborar artesanalmente todo tipo de dulces originarios de la decena de países a los que representan, aunque como destaca el profesor del curso, el jefe de cocina y repostero José Burgos Flores, "nos vamos a centrar en esta ocasión en algunos de los aspectos más refinados y a la vez utilitarios de la repostería como las tartas nupciales, de cumpleaños y otros eventos sociales pero, sobre todo, en su decoración".

No obstante, el programa del curso también contempla el aprendizaje de exquisitos dulces como la tarta de Santiago, gelatina con cocktail de frutas, crema catalana, natillas, torrijas, poleá de maíz, sorbetes de naranja y fresas, flan de café, distintas mousses, arroz con leche de chocolate, batido de cacao, bizcocho de almendras y galletas de mantequilla, entre otros.

Por su parte, para la chilena Laura Aragonés (37 años), que lleva tan sólo tres meses en Cartaya, además de su interés personal por la cocina y por aprender cosas nuevas, este curso de cocina le está sirviendo "para conocer gente y para adaptarme más rápidamente a una comunidad social totalmente distinta a la de la que provengo".

Para Irina Olav (46 años), originaria de Rumanía aunque se considera cartayera "por vivir aquí desde el año 2002 y por estar empadronada en la localidad", el curso, además de satisfacer su afición personal por la cocina, también "puede abrirme puertas desde el punto de vista laboral ya que me he dedicado profesionalmente muchos años a este trabajo y esto es una forma de seguir formándome en la materia". Las razones que han llevado a Pedro Lorenzo (43 años), de nacionalidad española, a inscribirse en el curso son bien distintas ya que para él lo importante es "ampliar mis conocimientos en las labores domésticas, en este caso, en aquellas relacionadas con la cocina".

Por otra parte, y según el profesor del curso, el principal objetivo de sus organizadores, el Ayuntamiento de Cartaya y la Asociación de Apoyo a los Trabajadores Temporeros -Aatt-, no es otro que conseguir, con la gastronomía como principal herramienta, una mayor integración entre los ciudadanos de las distintas culturas y nacionalidades que conviven en la localidad. Así, al margen de los países ya referenciados, el curso cuenta también con alumnos de Marruecos, Mali, Polonia, Ecuador, Bolivia, Argelia, Ucrania y Senegal.

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