Un paseo por la centenaria plaza de toros
Unas veinticinco personas participan en la visita guiada organizada por Puerta del Atlántico
Diseñada por el arquitecto Trinidad Gallego, la Plaza de Toros de La Merced, inaugurada en 1902, fue la primera construida en obra de fábrica en Huelva. Abanderó el proyecto Claudio Saavedra Navarro. Anteriormente las que existieron en la capital onubense eran de madera. De estilo neo-mudéjar el coso mercenario fue proyectado siguiendo el modelo de la plaza de toros de Madrid. Se inauguró el 5 de septiembre, con un cartel formado por Miguel Báez Quintero Litri y Machaquito, que lidiaron seis toros de la ganadería Saltillo.
Arquitectura, tradición e historia fueron el hilo conductor de la visita guiada, organizada por el centro Puerta del Atlántico, dependiente del Área de Turismo del Ayuntamiento de Huelva, que se llevó a cabo ayer por la mañana en la centenaria Plaza de Toros de la Merced. Acudieron a la cita unas veinticinco personas.
Intervinieron de guías el gerente del coso taurino, Santiago Arroyo, y el informador turístico José María Maldonado. Los visitantes accedieron a la edificación por la Puerta Grande. Ya en el interior conocieron un poco de la historia del emblemático edificio, que quedó abandonado en 1967 -el 2 de agosto de 1968 se inauguró la nueva Plaza de Toros Monumental en el recinto ferial colombino-, y fue rehabilitado en 1984 por el arquitecto Luis Marquínez, una actuación promovida por el empresario y dueño de la plaza de toros de La Merced, José Luis Pereda, reinaugurándose ésta el 29 de julio de 1984.
El coso de la Merced tiene un aforo de 7.127 personas. Tras atravesar el ruedo, que tiene cincuenta metros de diámetro, los visitantes se dirigieron al patio de arrastres, donde van los toros una vez que mueren en la arena. Allí los carniceros despiezan el animal, ante estrictos controles sanitarios, según indicó Arroyo, que comentó que la carne se vende al día siguiente, siendo lo más demandado el rabo de toro. En el patio de arrastres se encuentran además las oficinas de la plaza de toros y el local que acogerá el futuro Museo Taurino. El gerente manifestó que están en conversaciones con El Litri, Chamaco y El Cordobés para que cedan algunos de sus trajes de luces o capotes.
La visita continuó por el patio de cuadrillas, donde se prepara el paseillo. En este espacio se encuentra la vivienda de los conserjes, el cuarto de mayorales, las cuadras de mulillas y de caballos de picar.
De allí el grupo fue a la capilla, que prepara la Hermandad del Prendimiento. Se trata de un pequeño oratorio en el que hay imágenes de los cristos de Pasión y Prendimiento; de la Patrona de Huelva, la Virgen de la Cinta; de la Esperanza, Estrella y del Rocío. Junto a la capilla se encuentra la enfermería y el quirófano, "que se esteriliza cuando llegan Colombinas", recalcó el gerente de la plaza, que señaló que durante los festejos hay un equipo médico de Sevilla. Aún se conserva la sala de recuperación, aunque ya no se utiliza.
Mientras se realizaba la visita, en el ruedo entrenaba el novillero David de Miranda con el banderillero Pedro Muriel. Miranda apuntó que van todos los días a la plaza de toros a entrenar, "es un trabajo de fondo", subrayó Muriel.
El recorrido finalizó en los corrales, pasando por los toriles, en los que hay ocho chiqueros. Arroyo explicó la dinámica que se sigue con los toros. Se refirió al sorteo, que se realiza a las doce de la mañana el mismo día de la corrida, siendo el subalterno del torero el encargado de coger el papel con el número del toro, "últimamente los toreros están viniendo al sorteo". Cuando los toros ya están en el chiquero, "se baja la ganadería del día siguiente".
El coso de La Merced es una plaza de segunda y para las corridas se seleccionan seis toros y dos sobreros.
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