Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Todo lo que era sagrado
EN junio del año pasado la Diputación de Huelva recibió copia digitalizada de los fondos judiciales militares relativos a esa provincia, que se conservan en el Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla. Ciento ochenta mil digitalizaciones, grabadas en 2.310 CD's, que remiten a 2.488 procedimientos relativos a toda la provincia por los que pasan varios miles de personas. Todo ello fruto de un convenio entre Diputación, cuando era su presidente José Cejudo, y José María García Márquez, autorizado por dicho Tribunal Militar.
Lo previsible era que Diputación, ahora presidida por Petronila Guerrero, hubiera hecho pública la posesión de este importante fondo y que todo este material hubiese sido puesto a disposición de familiares e investigadores a partir de septiembre de 2008, pero no fue así. Sabemos que hay personas y organismos que han solicitado la consulta de procedimientos a los que se les ha ido dando largas con excusas varias. Por eso, durante estos meses, algunos no hemos dejado de preguntarnos a qué se debía la actitud de Diputación de Huelva y qué esperaban para sacar a la luz esa información. Sobre todo pensando que, en realidad, Huelva debería enorgullecerse de ser la única provincia española que cuenta con una copia digital completa de esos fondos y actuar en consecuencia.
Ahora, por fin, nos llega la noticia de que se permitirá el acceso a quienes soliciten consultar los sumarios. Pero la noticia, además de llegar tarde, no es para alegrarse. Ya en principio, quienes estuvimos en el origen del proyecto hablamos de que una vez que se completara la digitalización pasara todo a Internet para facilitar su consulta. A estas alturas seguir por el sistema tradicional resulta algo anacrónico. Lo que se está haciendo ya en aquellos archivos para los que lo prioritario es la función social que cumplen y la eficacia en el servicio al usuario, empezando por los que dependen del Ministerio de Cultura, es aprovechar las posibilidades que nos brinda la tecnología: digitalizar y subir a la red para que todos puedan acceder a la información.
Evidentemente ésta sería la solución, evitando a los usuarios molestias y problemas de todo tipo y permitiendo el acceso a la documentación desde cualquier ordenador conectado a Internet. Por todo ello, sería conveniente que Diputación de Huelva, ya que ha ido en vanguardia a la hora de digitalizar ese material de incalculable valor histórico, siguiera en esa misma línea a la hora de ponerlo al servicio de todos: de familiares, investigadores, historiadores o de cualquiera que desee verlo. Lo que no tiene sentido es contar con ese fondo en soporte digital y actuar como si lo que se hubiese hecho es fotocopiarlo o microfilmarlo.
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