El vertedero de Nerva, en campaña

LA Consejería de Medio Ambiente dio ayer un significativo giro en la posición que hasta ahora había venido manteniendo respecto a la situación del almacenamiento de residuos tóxicos y peligrosos en el vertedero de Nerva. Las impactantes imágenes publicadas ayer por Huelva Información y otros medios, en las que se aprecia cómo gran parte de esa basura está en contacto con el agua o sumergida en ella con el consiguiente riesgo ambiental, y el acta de infracción levantada por la Guardia Civil contra Befesa -como empresa gestora del vertedero- por el presunto vertido de aguas contaminadas al cauce del Tinto, parecen haber influido de manera importante en el ánimo de los responsables de la Junta de Andalucía. Estos han optado ahora, aparentemente, por poner pie en pared, aunque si hay un elemento decisivo en ese cambio de posición ha sido el inicio de la campaña electoral de las municipales. El pasado 11 de abril, el consejero José Juan Díaz Trillo afirmó de manera categórica en Nerva y acompañado de su alcalde y candidato del PSOE, Domingo Domínguez, que en la localidad "no existen signos de alarma y preocupación" y sostuvo que Befesa venía cumpliendo "con sus obligaciones". En ese momento, sin embargo, existían ya sospechas fundadas sobre la gestión irregular de los residuos que llegaban a Nerva, con denuncias presentadas ante la Fiscalía de Huelva sobre los procesos de inertización de las basuras para reducir su carga química, toda vez que la planta de Palos destinada a dicho fin presenta anomalías detectadas por la Inspección de Trabajo. Es cierto que en el último mes ha habido dos accidentes de camiones cargados de desechos y un incendio en uno de los vasos del depósito, pero tampoco es la primera vez que ocurren hechos semejantes en el vertedero. Tomemos por el lado positivo el cambio de posición de la consejería y que la "paciencia" de su titular esté a punto de desbordarse, pero hay que demostrar ahora que las políticas y las decisiones se adoptan por algo más que por razones coyunturales y electoralistas.