"Las administraciones deben agilizar los trámites del plan de regadíos de Doñana"
Gustavo Cuellar, alcalde de Moguer
El regidor sostiene que el Ayuntamiento está manteniendo los servicios públicos y realizando inversiones de manera proporcional a su nivel de recaudación.
-¿Qué balance realiza de estos dos primeros años de Gobierno?
-El objetivo principal fue el diseño y puesta en marcha de un plan de saneamiento que nos permitiera empezar a poner freno a la catastrófica situación económica del Ayuntamiento, heredada del Gobierno anterior, y articular fórmulas que permitieran el mantenimiento de los servicios municipales en niveles aceptables. Hoy, podemos afirmar que este primer objetivo está cumplido. Conseguimos estabilizar la situación reduciendo gastos que, en muchos casos, eran excesivamente elevados. En esta primera mitad de legislatura hemos puesto en marcha un plan de ajuste que pusiera fin al descontrol y la falta de previsión que imperaba durante la etapa legislativa anterior, incluyendo los pagos crediticios sin faltar a las obligaciones para con la ciudadanía o el propio personal del Ayuntamiento. Frente a otros consistorios, que se han llegado a ver en la difícil situación de cerrar servicios, retrasar e incluso no pagar nóminas de empleados públicos, en Moguer hemos mantenido en todo momento los servicios a la población y los salarios del personal. Nuestro reto ahora se centra en la obtención de financiación que permita, en los próximos años, proyectar políticas de desarrollo e inversión en infraestructuras enfocadas, sobre todo, a la creación de empleo.
-¿Crea tensiones la falta de recursos económicos y la imposibilidad de afrontar inversiones con Avema, su socio de Gobierno?
-No ha habido lugar a tensiones en la relación entre los dos grupos políticos que conforman el gobierno de Moguer. Partiendo de objetivos comunes, la gestión municipal tiene en todo momento en cuenta la problemática y el abandono que Mazagón ha sufrido durante los años de gobierno del PP. Por ello, desde el Ayuntamiento se están manteniendo los servicios públicos y llevando a cabo inversiones de manera proporcional a su nivel de recaudación.
-No cobra dietas, gastos por kilometraje ni dispone de coche oficial. ¿Por qué cree que su equipo de Gobierno es la excepción y no la regla en la política provincial?
-Sin entrar a valorar la gestión de este asunto por parte de mis homólogos, la disponibilidad presupuestaria para el concepto de dietas viene determinada por la situación del Ayuntamiento, al menos así lo hemos considerado. Es un asunto que cada uno debe valorar y considerar según las circunstancias en sus municipios. Concretamente en Moguer, la situación actual aconseja prescindir de dietas, si bien nunca se ha dispuesto de vehículo oficial. Entendemos que esta es una medida de austeridad que debe afectar a quienes ejercemos un cargo político y no a la ciudadanía. Por ello, frente a los 40.000 euros que gastaba el PP durante la etapa anterior, en la actualidad para este concepto no se destinan más de 8.000 euros anuales.
-Tanto el Gobierno central como la Junta han comprometido ya las obras para el trasvase del Condado. ¿Confía en que se cumplan los plazos?
-En esta cuestión tengo que poner la atención en las gestiones realizadas conjuntamente desde la Comunidad de Regantes El Fresno, la Junta de Andalucía y el Gobierno central, en las que se observa una conjunción de voluntades e interés por el proyecto; por tanto, confiamos en el buen hacer de las partes.
-Los agricultores llevan seis años esperando el Plan de Regadío de la Corona Norte de Doñana. ¿Ve justificable estos continuos retrasos?
-Obviamente, esta es una cuestión sensible. No obstante, me consta que por parte de los agricultores se está cumpliendo con las exigencias técnicas para que el Plan sea una realidad. Toca ahora a las administraciones continuar con los trámites oportunos y la agilización de los mismos.
-¿Cree que el Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana (Potad) ha sido incumplido por los empresarios agrícolas con la connivencia de los Ayuntamientos y la Junta?
-Indiscutiblemente el Potad supone una herramienta de protección, sostenibilidad del medio y compatibilidad con las actividades económicas, a la que tanto agricultores como administraciones debemos adaptarnos y someternos. Como toda Ley, ha necesitado de un periodo de adaptación social y económica; no obstante, hoy día este marco legal está siendo respetado por las partes en cumplimiento, también, de las exigencias de la Unión europea.
-¿Defiende que se legalicen todas las hectáreas de cultivo a pesar de aquellos empresarios que han incumplido el Potad?
-Tanto el Potad como el Plan de Ordenación de la Corona Norte perfilan y adaptan las necesidades sociales y económicas a la sostenibilidad del medio. Por tanto, será regularizable lo que proceda dentro del límite de las normas, quedando fuera, obviamente, lo que no se ajuste a la ordenación legal.
-Por primera vez en ocho años la Mancomunidad de Mazagón está siendo gobernada por dos partidos de un signo político diferente. ¿Cómo está siendo la relación institucional?
-Me atrevo a decir que los intereses partidistas entre Palos y Moguer no existen. Y prueba de ello es que no sólo colaboramos en proyectos comunes que atañen a la Mancomunidad y al territorio de Mazagón, sino también en otros ámbitos de acción municipales como es el caso de la agricultura.
-El recorrido legal de la segregación de Mazagón ha tocado a su fin tras el dictamen del Supremo. ¿Cómo ha acogido esta decisión Avema?
-El grupo socialista no ha querido a entrar a valorar esta cuestión desde ese punto de vista. En todo momento hemos mantenido una actitud de respeto hacia los intereses de cada uno, así como con la decisión de los tribunales en este sentido. Nuestra postura ha sido clara y constante desde un principio, pero siempre desde el respeto a todas las partes.
-¿En qué punto de desarrollo se encuentra el proyecto Cuesta de la Barca, cuya venta tumbó la justicia?
-Como bien dice, la Justicia decretó la ilegalidad que encerraban las gestiones del anterior equipo de gobierno con relación a la Cuesta de la Barca, paralizando cualquier iniciativa de desarrollo que estuviera fuera del contexto legal. Ahora, esta corporación no va a repetir los errores cometidos en el pasado y no va a dar un paso en falso en esa dirección. Por tanto, las gestiones relacionadas con el desarrollo de la Cuesta de la Barca están marcadas por la prudencia y el sentido común en la puesta en marcha de proyectos. No queremos perder de vista un objetivo claro a la hora de realizar cualquier proyecto en este asunto, que no es otro que la obtención de recursos que habrán de revertir en Moguer y Mazagón. Lo que tenemos absolutamente claro es que la prisa no será el criterio que marque la gestión.
-¿Es viable el proyecto en el actual contexto económico?
-Existen varias entidades interesadas en el desarrollo de proyectos en el lugar, pero sólo se dará luz verde cuando se cubran los intereses de la ciudadanía y no los intereses del sector inmobiliario.
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