"Doñana es como un albino en un mundo con sol: siempre sufrirá agresiones"

El nuevo responsable del organismo tiene sobre la mesa polémicas como el dragado del Guadalquivir, para el que pide que se atiendan los informes científicos, o las extracciones de gas

Miguel Delibes de Castro, presidente del Consejo de Participación de Doñana.
Miguel Delibes de Castro, presidente del Consejo de Participación de Doñana.
Antonio Fuentes

14 de abril 2013 - 05:01

Miguel Delibes de Castro (Valladolid, 1947) estudió Ciencias Biológicas y lleva estudiando Doñana hace más de 40 años. Es investigador de la Estación Biológica de Doñana, institución que presidió ocho años, y esta semana la Junta le ha nombrado presidente del Consejo de Participación, un órgano asesor del espacio natural. Está considerado una autoridad mundial en el lince ibérico y esta semana ha impartido conferencias en Murcia y Alicante. En la actualidad trabaja en la dispersión de semillas por mamíferos y el funcionamiento de los ecosistemas en este espacio, además de otra investigación en Marruecos sobre nutrias y peces. Es primogénito del célebre escritor Miguel Delibes.

-¿Cómo se produce el nombramiento?

-Contactó conmigo el consejero (Luis Planas, Agricultura y Medio Ambiente) y lo agradecí mucho, porque supone una confianza en mí más que un reconocimiento. Mi primera idea fue decir que no por no meterme en líos y porque estoy muy satisfecho con lo que hago y parte tiene que ver con Doñana. Pero tengo que decir que el consejero fue muy convincente y me hizo ver, después de más de 40 años relacionado con Doñana, que acabando mi vida activa no podía decir que no.

-¿Cómo lo compatibilizará?

-Creo que no se debe exagerar. Agradezco los agradecimientos, pero el papel de este órgano de participación no debería implicar mucho trabajo. Hay que escuchar a la gente del entorno, pero hay comisiones de trabajo, expertos.... Las reuniones son pocas, un par de veces al año. Voy a seguir trabajando casi igual que hasta ahora. He pedido al Ministerio de Administraciones Públicas que me sea compatible seguir investigando y me han dicho que sí.

-Desde el traspaso de competencias, la Junta buscó primero un científico (Ginés Morata), luego a un político (Felipe González) y vuelve a un perfil más técnico.

-Me da la impresión de que la Junta todavía no sabe qué perfil quiere. Porque Ginés es mejor científico que yo, Premio Príncipe de Asturias, pero es un perfil alejado de Doñana. Se buscó la excelencia pero a distancia, como para actuar primus interpares. Se pasó a otra enormemente prestigiosa en el mundo de la política, que conoce y quiere mucho a Doñana como Felipe González. Felipe le ha dedicado todo el tiempo que ha podido y ha hecho su trabajo, pero ahora la Junta ha optado por otro perfil, más parecido a Ginés, pero peor científico. La diferencia esencial es que han pensado en una persona que ha estado toda la vida en Doñana. Entiendo que tiene algún riesgo porque nos conocemos todos, para bien y para mal.

-Estos últimos años Doñana ha estado más en el debate por el perfil político de González.

-Creo que se ha exagerado. He escuchado cosas que no tenían nada que ver, que no le atañen al Consejo, que es un órgano consultivo para dar opiniones, pero no es un órgano gestor ni ejecutivo. La responsabilidad de lo que se haga será de gestores políticos y el órgano de participación responderá de sus opiniones y de lo que aconseje, pero nada más.

-Planas (que ha sido embajador) sabe de la repercusión que tiene Doñana en Europa, que es intocable.

-Doñana es una joya cuya conservación nunca estará resuelta del todo porque va a contracorriente de un mundo en perpetua transformación. Se le exige que cambie todo el rato y Doñana tiene otro ritmo, más tranquilo. A veces he dicho exagerando que Doñana es como un albino en un mundo con sol, siempre habrá que cuidarlo. Nunca se acabará sus problemas, porque el mundo exterior siempre será agresivo a Doñana.

-¿Cuáles son en su opinión los mayores problemas?

-No me gustaría mucho hablar como presidente del Consejo, porque parece que es opinión del presidente y debo escuchar a los demás. Pero nadie discute que hay problemas crónicos como la cantidad y calidad del agua, que está ahí y será siempre difícil de resolver, problemas asociados a regadíos, a fertilizantes... Y otros los típicos de un espacio protegido, como el cambio climático o que pueda cambiar el delta del Guadalquivir. También las especies exóticas o la humanización del entorno. La leucemia felina de los linces estuvo relacionada con algún gato enfermo que se había colado Doñana y se contagiaron.

-¿Qué opinión tiene del dragado de Doñana? ¿Ha estudiado el impacto que puede sufrir el espacio?

-El Consejo tiene información y debo conocerla antes de opinar. Sé que la Estación Biológica participó y el río tiene problemas muy serios, que habrá que abordarlos en profundidad. Ese informe creo que habrá que considerarlo. El Consejo tiene que generar una opinión en todos los temas relacionados con Doñana y tiene que ser oída. Luego la responsabilidad será de los gestores. Podemos dar opinión y lamentarnos si no se nos escucha, pero nada más.

-Otro proyecto polémico es el de las nuevas extracciones de gas. Cantabria ha declarado esta semana a la comunidad libre de fracking.

-Creo poder decir a título personal que el fracking no debe tener nada que ver con el proyecto de Doñana. No he oído nunca que se vaya a hacer algo parecido a fracking en Doñana. Pero lo otro habrá que verlo detenidamente. Gas se lleva extrayendo 20 ó 30 años en Doñana y habrá que ver ahora que es lo que se pretende hacer diferente. No lo conozco en detalle.

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