Los técnicos de la empresa de conservación bajan la campana para repararla

Técnicos de la empresa de mantenimiento supervisaron ayer la campana de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción Aroche, cuyo peligro de derrumbe ocasionó el desalojo temporal de varias viviendas.

La empresa responsable ahora de su conservación acudió ayer para ver el estado de la misma y en especial los soportes metálicos que permiten a la campana estar colgada mediante una traviesa de hierro. Para ello la descendieron a la base del campanario. Varios de esos soportes se encontraban deteriorados, como alertaron miembros de la parroquia el pasado lunes, cuando descubrieron el deterioro de manera casual.

Para la revisión, técnicos y operarios subieron por la torre hasta el campanario donde está ubicada la campana denominada Santa Bárbara. La empresa de Jaén colocó la pasada semana una nueva peineta de madera y actuaron en la fundición para su mejora y conservación. Sin embargo, los soportes de la campana tenían, según indicó el alcalde, Antonio Muñiz, el lunes, un reforzamiento que fue suprimido con esta última intervención y ha podido ser una de las causas de la rotura.

Algunas fuentes consultadas por este periódico han asegurado que el arreglo tiene difícil solución, por lo que será necesario buscar una alternativa. El Ayuntamiento ha financiado tradicionalmente el funcionamiento de esta campana que es la que marca las horas en el pueblo. Con la nueva situación creada, lo más probable es que iglesia y Consistorio formalicen algún acuerdo.

La campana forma parte de un conjunto de tres y un esquilón que tiene la torre de la parroquia de Aroche a unos veinte metros de altura. Es conocida también como la del reloj o La Delgada. Se trata de una campana que se colocó el 17 de abril de 1881 por José María Rosa, de Ciudad Real.

Fue realizada mediante trozos llevados al castillo, y fundidos previamente, de la anterior campana que sí se cayó. La campana pesa concretamente 82 arrobas y 7 libras (unos 1.500 kilos), costando entonces, a finales de siglo XIX, unos 3.000 reales.

Otra curiosidad es que la campana tiene fundida el relieve de una lagartija, cuyo significado y porqué se desconoce. Todo ello son datos recogidos en el primer tomo de la historia de Aroche, que precisamente versa sobre la citada parroquia, del arocheno Antonio Rodríguez Guillén Antonio Chamizo, y que muy pronto verá la luz.