Los robos se disparan en el lugar donde mataron a la pareja austriaca

Agentes de la Guardia Civil regresaron en la mañana de ayer a la vivienda para conseguir nuevas pruebas Los vecinos alertan sobre el incremento de los hurtos "hace semanas"

Carlos López Bonares

09 de septiembre 2016 - 05:01

Buscaban la paz y el sosiego al calor del clima atlántico para disfrutar, en el ocaso de sus vidas, de la comunión con la naturaleza. Esas fueron las razones que impulsaron a la pareja de austriacos a fijar su residencia en el paraje la Cañada de Los Lobos, en el término municipal de Bonares. Un escenario donde todo hace indicar que violentamente perdieron la vida. A pesar de que el robo continúa siendo la principal línea de investigación, la Policía Judicial regresó ayer por la mañana al escenario del luctuoso suceso para continuar recabando datos, pruebas y mirar con lupa, una vez más, el supuesto escenario del crimen.

Según los testimonios recogidos por Huelva Información, el matrimonio no daba señales de vida desde el lunes, por lo que no es descabellado pensar que la supuesta agresión que les causó los visibles hematomas en diversas partes del cuerpo y el traumatismo craneoencefálico podría haber sido infringida en la noche o en la madrugada del lunes. El secreto del sumario impide conocer los pormenores de la autopsia practicada a los cuerpos, lo que podrían resolver la incógnita y arrojar luz a un caso que aún tiene algunos cabos por atar.

Es esta autopsia, junto con los nuevos datos que se puedan extraer de las pruebas que a lo largo del día de ayer se consiguieron del domicilio de la pareja encontrada muerta, la que determinará la causa de su fallecimiento, así como el arma utilizada para asestarles los golpes especialmente en sus cabezas, como la posibilidad de que hubiera más de una persona implicada en los hechos.

Los vecinos de la zona describen al matrimonio como unas personas agradables, afables y respetuosas, que desde que residen en la zona no tuvieron ningún encontronazo o desagravio con sus iguales. Una de estas fuentes apunta a que "no tenían nada que temer". Y muestran el hecho de que las ventanas de su casa carecieran de rejas de hierro que disuadieran a los cacos. De hecho, aunque la familia austriaca tenía una puerta automática que da acceso a la parcela, esta tenía un fin de comodidad más que de seguridad, puesto que el perímetro que delimita la propiedad privada sólo se encuentra protegido por una delgada maya metálica, mientras que el acceso principal se puede superar con facilidad, al no tener más de 1,80 metros de altura.

Esta paz y tranquilidad cambió por completo hace un par de meses tanto en la Cañada de Los Lobos, La Huerta del Hambre, como en San Cayetano; que son las islas donde se concentran el grueso de viviendas residenciales en la zona forestal de Bonares. Un rosario de robos que hizo saltar por los aires el clima de tranquilidad. Un carrusel de hurtos del que el ciudadano austriaco fue una de las víctima con anterioridad. Así lo corroboró el concejal de Seguridad de Bonares, Juan Jaén, al recordar -tal y como adelantó ayer Huelva Información- que el hombre suscribió una denuncia por el hurto de una tablet. Por el momento se desconoce si existe relación entre sendos robos e incluso si los datos que contenía el dispositivo electrónico pudieron revelar a los delincuentes una pista sobre los recursos económicos de los que podía disfrutar el matrimonio, así como otra información de relevancia que les permitiera perpetrar un segundo robo que les hiciese agenciarse un botín mayor.

Entre tanto los vecinos del entorno demandan que se refuerce la presencia policial. El madrileño Manuel Benítez trasladó a Huelva Información su preocupación por los robos acaecidos en los dos últimos años. "Nosotros somos mayores y aunque mis hijos residen conmigo, en ocasiones salen, y la incertidumbre está ahí". Él decidió abandonar la capital de España en busca de "la tranquilidad de vivir en el campo", brindándole la oportunidad de vivir en pleno contacto con la naturaleza, pero en una zona que estuviera bien comunicada y relativamente cerca del pueblo para no tener que realizar grandes desplazamientos a la hora de tener que ir a comprar. Unas bondades que ofrece el enclave bonariego, rodeado por infinidad de hectáreas de bosques que en los últimos dos lustros ha comenzado a ver transformado su paisaje por las explotaciones agrícolas que, cual mar de plásticos, se extienden por la zona.

Más adelante en la zona vive también una importante colonia de alemanes y británicos. La tranquilidad ha sido la nota predominante del entorno como destaca Rafael Márquez, si bien se ha creado cierta alarma social por la hipótesis del móvil del robo, lo que "nos pone a todos en una diana", responde otro.

Otras fuentes consultadas por este diario hablan de que las víctimas podrían tener una caja de seguridad en la vivienda y que ese podría ser el móvil del crimen. "Yo no tengo ninguna, pero no estoy tranquilo. Nadie esta a salvo de que unos indeseables te atraquen", afirma mientras reconoce que aun siendo un desagradable caso puntual, el temor es latente pues la seguridad "es nula y aquí no hay iluminación pública" que disuada a los cacos.

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