La Guardia Civil detecta estiércol de conejo en el tabaco chino falsificado
· El Coronel-Jefe del Servicio Fiscal denuncia la venta de fitosanitarios venenosos · Advierte contra la tentación de usarlos porque contaminarían la producción agrícola

No hace mucho tiempo la Guardia Civil se paseaba capote en ristre, andando o a caballo en el mejor de los casos, por los caminos rurales pillando 'in fraganti' a algún estraperlista cargado de café portugués, alimentos prohibidos por la cartilla de racionamiento, milagrosos crecepelos o medicamentos fuera del alcance del común. Eran los años cuarenta. Medio siglo después, el trabajo de la Benemérita ha cambiado tanto y tan rápido que no sólo se enfrenta a tupidas redes de mafiosos, malos y delincuentes con pistola si no a todo un entramado mundial capaz de comerciar literalmente con venenos, falsificar marchamos de la Hacienda Pública como si se tratase de una marca de pantalones, introducir especies animales y vegetales harto dañinas para las españolas o hacer llegar sus productos 'intoxicados' no ya a la cadena trófica sino a los pueblos más pequeños de la geografía onubense o nacional. Se trata de la globalización del delito medioambiental.
Las II Jornadas Nacionales sobre Protección del Medio Ambiente y del Patrimonio Cultural que el Benemérito Cuerpo celebra en el Beach Barceló de Punta Umbría reunió a decenas de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y a altos mandos para poner en común técnicas de lucha y trabajo contra los crecientes delitos medioambientales que asolan campos y comercios y que poco a poco se van convirtiendo en una amenaza en toda regla para la salud de la población.
Al margen de los fastos políticos propios de estas jornadas un grupo de expertos analizó la realidad a ritmo de peligros reales.
El coronel-jefe del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, Tomás Navarro, mostró un verdadero arsenal de métodos ilícitos a los que la Guardia Civil hace frente cada día con los medios que tiene.
Su principal hándicap radica en que en el mundo que vivimos peligrosamente prima "la fluidez sobre la eficacia". O lo que es lo mismo, "no podemos paralizar la economía con nuestros controles", dijo Navarro. Naturalmente, los delincuentes lo saben y progresan, prosperan en su metodología criminal.
El Servicio de Protección de la Naturaleza se enfrenta a retos tan peligrosos como la detección de pesticidas prohibidos en plantaciones hortofrutícolas, al uso de estiércol de conejo en las importaciones de tabaco procedente de China. Dos ejemplos de la complejidad del trabajo diario. Y eso está pasando ya en Huelva.
Tomás Navarro alertó ayer de la "ingobernable" dimensión del comercio chino. Su tamaño colosal provoca que no se vean "los parámetros de riesgo". Ese es el problema. Un gran coloso que tiene unas necesidades inmensas, sobre todo de "alimentar a su población".
Las redes de delincuencia cuelan todo tipo de mercancías. De cada cien contenedores, los hay de tabaco, ropa declarada como cerámica, muebles o juguetes para evadir impuestos. El daño a la Hacienda Pública es inmenso. Un contenedor de esas materias pagaría en condiciones normales 98.000 euros que pasan a 6.000 al tratarse de cerámica. Y aunque la Benemérita tendría cierta capacidad de vigilar más de cerca los contenidos, solamente se abre el 0,7% de los contenedores que llegan a los puertos.
Por ser lo más común, el tabaco se ha convertido aún en más nocivo al detectarse cargamentos mezclados con escoria, remolacha y estiércoles de conejo. Naturalmente, las etiquetas que llevan son clones de las legales y las cajetillas idénticas. Los distribuidores de este veneno humeante están llegando ya a los estancos directamente y lo ofrecen, alerta la Benemérita, a precios tan bajos que muchos sucumben a la tentación.
Tomás Navarro alentó a los agentes de Huelva a que pongan empeño en la lucha contra los pesticidas prohibidos, que entran ilegalmente como si se tratase de barnices o pinturas. Uno de los más comunes, el Puration, es un verdadero veneno. Y su consumo aumenta a la vez que baja la venta de fitosanitarios legales y con garantías de uso en la agricultura. El coronel-jefe advirtió que "si no somos eficaces, surgirán intoxicaciones en espárragos, pimientos, naranjas, fresas...".
Estos son los nuevos enemigos de la Guardia Civil.
Por si fuera poco el nivel de vigilancia, es necesario establecer lo que Navarro denomina el "sistema de alerta temprana". Esencial para menesteres más naturales: lucha contra la aparición de especies nocivas como el cangrejo rojo, el picudo que devora las palmeras, el jacinto que cubrió el Guadiana o la destructiva 'seca del encinar'.
Parece que pronto habrá sorpresas al detectarse la posible relación directa entre la encina y el alcornoque dañado en convivencia terrenal con el eucalipto. Malas compañías.
El mando del Servicio Fiscal quiere que no pase con la encina lo que ocurrió con el olmo: la grafiosis asoló la península y acabó diezmando su población.
La tarea no es nada fácil pues la Guardia Civil debe compatibilizar este trabajo extra con la lucha contra la delincuencia, las mafias de la inmigración y el estado levantisco de los traficantes de droga capaces de ocultar 200 kilos de cocaína en un contenedor con destino a un gran almacén.
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