El nuevo puente de San Roque continúa sin estar operativo

Las obras de su construcción comenzaron en 2003

En la imagen, el nuevo puente y al fondo, el que continúa prestando servicio en la población serrana.
En la imagen, el nuevo puente y al fondo, el que continúa prestando servicio en la población serrana.
J. Moya Rufino / Aracena

06 de febrero 2009 - 05:01

El nuevo puente de San Roque lleva muchos meses parado sin saber cuando se va a abrir definitivamente al tránsito de vehículos en sustitución del antiguo viaducto que aún sirve para el paso de coches desde Aracena por el barrio de San Roque hasta la aldea de Carboneras.

Las obras del puente nuevo comenzaron a finales del año 2003 tras un acuerdo previo entre el Ministerio de Fomento, la Diputación de Huelva y el Ayuntamiento de Aracena, por ser una carretera que discurre por encima del puente como es la N-433, además la que va hasta Carboneras es de carácter provincial, y el pueblo que está en medio es Aracena.

El motivo del cambio estaba justificado por el peligro que conllevaba el continuo tránsito pesado de vehículos hasta la aldea con la estrechez del puente y teniendo como único acceso su previa entrada por el barrio de San Roque. Esto conllevaba un gran peligro para los vecinos de las calles Rodrigo de Ceballos y Daniel Vázquez Díaz.

El nuevo puente está desplazado a unos metros del actual hasta Carboneras y por arriba posee varios accesos del nudo viario desde la N-433 hasta la aldea, Aracena o bien continuar por la calzada en dirección a Portugal. El asfalto también está echado a expensas de la señalización viaria sobre la misma y las señales verticales. En la zona de abajo junto al puente existe una rotonda ya en funcionamiento para los vehículos y vecinos para ir hacia Carboneras o una zona de mucho turismo como es la Finca de Valbono. Incluso con su enlace para dirigirse al Camino del Rebollar, zona con muchas huertas privadas.

El próximo paso será la demolición del viejo puente de San Roque, donde irá otra glorieta para descongestionar el tráfico hacia los puntos concretos como el propio barrio, a Carboneras o bien volver a la carretera y salir del casco urbano. La Diputación es la encargada de las obras y fue el Ayuntamiento quien compró los terrenos afectados tanto por el futuro trazado y las dos glorietas. Cuando se abra al tráfico las calles Daniel Vázquez Díaz y las traseras de Rodrigo de Ceballos poseerán una amplia zona de verde, de gestión municipal.

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