Una ermita con historia y sin futuro

Patrimonio La iglesia de Santo Domingo permanece sin uso concreto desde el mes de septiembre

Construida en el siglo XVI, vivió su mayor esplendor como sede de los Padres Dominicos · Ahora sirve de lugar de ensayo para el coro Ciudad de Aracena y como almacén de enseres y titulares de una hermandad

Vista de la ermita de Santo Domingo.
Vista de la ermita de Santo Domingo.
Javier Moya Rufino / Aracena

13 de junio 2009 - 05:01

La ermita de Santo Domingo, creada en el siglo XVI, era el punto de entrada de Aracena desde Sevilla y la dirección escogida para acceder al centro del pueblo, por entonces la actual Plaza Alta, ya que el Ayuntamiento era el presente Cabildo Viejo, y todas las casas se concentraban alrededor de las murallas del castillo.

En un principio este edificio religioso fue la sede de un convento de Padres Dominicos, precisamente quienes crearon la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una de las más importantes y antiguas de la localidad, cuyo altar aún permanece a la derecha de la nave central. Incluso como gran curiosidad, la Hermandad, después de 400 años, ha permanecido allí los dos últimos años debido a las obras de la cubrimiento total de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, actual sede canónica de esta cofradía de la Madrugá. Pero desde el pasado 12 de septiembre con la inauguración y consagración del mismo el edificio ha vuelto a perder su actividad habitual. En el año 2003, coincidiendo con el cuarto centenario de la Hermandad de Jesús, la iglesia de Santo Domingo vivió muchos actos religiosos para tal efemérides cofrade.

La iglesia, en un principio de sus orígenes, fue un hospital bajo el nombre de San Sebastián. Luego a mediados del siglo XVI pasó a ser un convento dominico donde tuvo gran influencia la Madre Trinidad, gracias a su fuerte carácter, personalidad y compromiso junto a la colecta realizada en su momento por las familias ricas de Sevilla y las existentes en Aracena. La actuación de los dominicos en la iglesia fue determinante para su desarrollo durante muchas décadas y siglos. De hecho estuvo como convento de monjes hasta el siglo XIX.

El vacío dejado por los dominicos fue tal que el edificio ha tenido siempre funciones con poca perdurabilidad en el tiempo. Sin duda alguna en las mentes de muchos aracenenses, historia ya para los más jóvenes, Santo Domingo es sinónimo de la nave donde se almacenaban las carrozas de la Cabalgata de Reyes Magos del pueblo durante todo el año. Por supuesto era el lugar donde en los meses previos al 5 de enero se creaban las carrozas de la ilusión que con tantas ganas se esperan durante esa noche mágica. Sin embargo, ya avanzada la década de los noventa los propios miembros de la por entonces comisión de la Cabalgata veían como Santo Domingo era un edificio lleno de deficiencias. Entre otras cosas, la techumbre en muy mal estado permitía la entrada del agua y por ende que las carrozas durante el año se mojaran con facilidad. Incluso zonas del techo se caían con el peligro que ello conllevaba con la estancia durante meses de las personas 'culpables' de la creación de la cabalgata. Las limitaciones de espacio provocaron el traslado de este colectivo social hasta una nave del Polígono Cantalgallo. De nuevo la ermita se quedaba vacía y con el grave problema de su mal estado.

A finales de los años noventa el edificio quedó en las manos de una escuela taller para su recuperación arquitectónica y su futuro uso cultural lograda con gran éxito. Por ejemplo, en el 2001 fue una de las sedes de la VIII Muestra de Música Antigua de Aracena junto al castillo, lugar habitual de esta cita musical en el verano aracenés. Durante dos años, la iglesia sufrió un cambio radical con la escuela taller, puesto que pasó de estar casi en ruinas a una restauración total, aunque siempre manteniendo la fisonomía histórica del edificio.

Los trabajos más importantes se centraron en módulos de albañilería y carpintería con un doble beneficio; por un lado el aprendizaje de los 45 alumnos en diferentes campos y, a su vez, la rehabilitación de un edificio tan emblemático y con tanta historia de Aracena. Así pues se recupera este edificio siendo obispo de Huelva, y actualmente emérito, Ignacio Noguer Carmona y consejera de Cultura (después ministra de Cultura) la cordobesa Carmen Calvo. Años después el pasaje Sánchez Dalp conocido en Aracena como el 'barrio del Alpargate' veía arreglada su calle y gracias a una acertada decisión, es uno de los puntos más concurridos de la Semana Santa con el paso de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús cuando amanece cada Viernes Santo.

De hecho resulta curioso como el espacio que formaba antes el templo religioso acoge ahora a varias casas de esta calle bajo sus dependencias y la fachada lateral de estas casas por la calle Aníbal González son los contrafuertes de la ermita perfectamente conservados por sus vecinos.

Un poco después, gracias al trabajo del arqueólogo local Eduardo Romero y otras personas especialistas en la materia se descubrieron algunos dibujos originarios en la pared frontal de la capilla central que ahora mismo permanecen a la vista y disfrute de los presentes.

Poco después, la plaza de Santo Domingo, igualmente con unas proporciones obsoletas y poco acogedoras por sus distintas dimensiones, recibe una actuación integral por parte del Ayuntamiento de Aracena y así se logra crear una de las grandes plazas del pueblo con una gran concurrencia de vecinos cada tarde. De hecho, en verano llevan dos años celebrando su velá, siendo ya la más concurrida de todas las celebradas en el pueblo. En la plaza actual aún permanece una fuente que porta una cruz de mármol junto con un capitel romano invertido, siendo una de las pocas muestras de esta etapa histórica en la localidad.

La iglesia además de sus estancias cofrades en los últimos años ya indicadas por sus dos hermandades de origen, como la Cofradía de la Virgen del Rosario y Nuestro Padre Jesús Nazareno, ha sido la sede de exposición de fotografías, muestra de música y otras actividades culturales como la Exaltación a la Saeta en la previa de la Semana Santa. En la actualidad, además es el lugar para los ensayos del Coro Ciudad de Aracena, y más reciente, en estas últimas semanas ha servido de almacén de pasos y punto de partida para los ensayos en las Cofradías del Cristo de la Plaza como de la Santa Vera Cruz previos a la Semana Santa aracenense.

El siglo XXI ha entrado conociendo al barrio Santo Domingo con su plaza e iglesia en perfectas condiciones. Esperemos que este sea el siglo de la consolidación de estos dos espacios tan antiguos como pertenecientes a uno de los barrios más antiguos y concurridos de Aracena. Así pues que Santo Domingo sea, tal como dice el azulejo en la entrada de la plaza, un espacio urbano entre dos conventos dominicos.

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