El enfrentamiento entre Giahsa y el Ayuntamiento acaba en la Guardia Civil
Los agentes garantizan la circulación de vehículos de la empresa por el municipio
El conflicto entre el Ayuntamiento de Moguer y la empresa Giahsa sigue abierto y sangrante. Ayer los trabajadores de la empresa acabaron por acudir al cuartel de la Guardia Civil para denunciar que el alcalde Juan José Volante había dado orden de impedir la libre circulación de vehículos de la empresa por el municipio, según asegura Giahsa en un comunicado. Y añade que los mismos agentes del puesto calificaron de "improcedente" la orden, por lo que los operarios decidieron continuar con su trabajo.
El enfrentamiento entre ambos cobró tintes duros a principios de año después de que coincidieran en las calles del pueblo trabajadores de la empresa Giahsa y de otra contratada por el Ayuntamiento para realizar el mismo trabajo. El problema se generó por la negativa de este Ayuntamiento a integrarse en la nueva Mancomunidad MAS y contratar a una empresa distinta a Giahsa, que es la que presta el servicio a la mancomunidad.
Este conflicto de intereses entre el Ayuntamiento y Giahsa viene causando problemas no sólo entre los organismos públicos sino también entre los trabajadores que ven con temor peligrar sus empleos.
Giahsa no entiende "cómo el alcalde moguereño se empeña en mantener una situación de persecución y acoso a nuestros trabajadores que simplemente acuden a Moguer a realizar su trabajo y a hacerlo bien". La empresa lamenta el hecho de que Volante "haya creado, de manera unilateral, un clima realmente irrespirable, ya que además de usurpar los puestos de trabajo de los operarios de Giahsa los tratan como a auténticos delincuentes, obligando a la Policía Local a recurrir al abuso de autoridad y a incurrir en una posible ilegalidad, ya que nuestros trabajadores no están realizando nada malo".
Los trabajadores de Giahsa, según explica la empresa, después de abandonar el cuartel de la Guardia Civil, informaron de la evolución de los hechos a la dirección de la empresa, que determinó que los vehículos "se pusieran en marcha y siguieran circulando libremente por el núcleo urbano de Moguer, intentando realizar su trabajo, como puede hacer un ciudadano en un estado libre".
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