Bella apunta a Moguer, PP e IU en la demora del Plan de Regadíos

Comienza a ser una opinión extendida el hecho de que el retraso del Plan de Regadíos de la Corona Norte de Doñana obedece a intereses de estrategia política. El último en apuntar en esa dirección fue el propio alcalde de Almonte, Francisco Bella, quien cuestionó las razones por las que Moguer y Palos no se suman a reclamar el documento que, con palmaria urgencia, demandan por igual las organizaciones agrarias, empresarios y ecologistas.

La afirmación se produjo en un cruce de acusaciones a cuenta del debate de una moción socialista en la que se instaba por enésima vez a reclamar a la Junta que finiquite los tres años de demora que acarrea a sus espaldas el documento y, a la par, que brinde cobertura legal y jurídica a los riegos en la Corona Norte del espacio natural.

Aunque la propia propuesta sirvió para dar pólvora a la oposición a la hora de poner en el punto de mira de sus críticas a la administración andaluza, Bella fue tan claro como contundente al conminar a IU y PP a que sus grupos promuevan en el "parlamento andaluz" una proposición de ley reclamando el Plan en los mismos términos que la cámara local, así como que Moguer haga lo propio en su Corporación. Si populares e izquierdistas reivindican en el Parlamento el plan, llegó a asegurar Bella, "mañana mismo estaría aprobado". El edil recordó que el Potad habría de poner punto y final a la expansión de regadíos en la comarca. Sin embargo, a renglón seguido apostilló que, en la actualidad, existen más hectáreas. "Miren donde están y saquen conclusiones", a buen entendedor pocas palabras bastan.

El portavoz de IU, Fernando Bejerano, no ocultó su preocupación sobre que la moción tuviera un cariz intrascendente y el objeto último fuera la escenificación de un "teatro político", máxime cuando aseguró que Bella habría de contar con información de primera mano de las razones que subyacen en que la junta haga una clara dejación de funciones.

En base a estas apreciaciones el representante de IU solicitó luz y taquígrafos para disipar las razones que están detrás de que se frene el Plan, cuya responsabilidad en todo caso "concierne a los socialistas".

Los populares enumeraron el "daño" que el estado de anarquía ha situado los productos condales en una Europa concienciada con la buena praxis en materia medioambiental. Su portavoz, José Antonio Domínguez, achacó esta ristra de problemas a "los incumplimientos" de las promesas de riego para la zona que datan del "Plan Hidrológico del 92" y que hubieran acabado de cuajo con esta problemática. A pesar del fragor dialéctico, la propuesta fue aprobada por unanimidad.

El Pleno se vio prácticamente monopolizado por la incoación de expedientes sancionadores en materia urbanística y acto seguido de otro lote sobre nuevas delegaciones de competencias tendentes a dar cobertura jurídica a innovaciones de planeamiento.

Aunque en cierto modo el Pleno almonteño fue de guante blanco, la tensión regresó tras la aprobación, por parte del equipo de Gobierno, de 90 módulos para temporeros en el polígono 57 parcela 70, propiedad de la empresa agrícola Frutas Borja.

Los populares instaron al secretario del Ayuntamiento a que desvelara su discrepancia con que los módulos no se ligaran a la explotación agrícola "como hasta ahora se venía haciendo" como condición sine qua non para todo este tipo de construcciones.

El matiz no es cuestión baladí, pues dejar la puerta abierta a que en el futuro se pueda dar otros usos distintos al agrícola en base a lo cual entienden que podría representar un agravio comparativo con el resto de empresarios.

El equipo de Gobierno justificó el matiz diciendo que son 150 hectáreas, es decir, unas dimensiones que sobrepasan la media y que el proyecto se ajusta a la ley.

Por unanimidad la cámara local almonteña respaldó solicitar a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía un Ciclo Formativo de Grado Medio de Producción Agroecológica de cara al próximo curso escolar. El equipo de Gobierno socialista relató que la iniciativa fue auspiciada por los propios docentes y entronca en la voluntad de casar las futuras necesidades empresariales y de mano de obra cualificada con aquellos jóvenes que buscan una formación con futuro.