Segundo grito masivo
sanidad
Miles de onubenses vuelven a protagonizar una manifestación histórica para reclamar una mejora de la atención sanitaria en la provincia de Huelva.
La plataforma seguirá sus protestas si la Junta no responde con "hechos".
Huelva/Nuevo golpe en la mesa. La segunda manifestación celebrada en Huelva para demandar a la Junta de Andalucía una mejora de la atención sanitaria se convirtió en otro toque de atención. Un golpe de realidad, seco, en la frente. Con la seriedad y la contundencia que dan miles de personas marchando una fría mañana de domingo por las calles de la capital onubense, para dejar otra vez una de las movilizaciones sociales mayoritarias de los últimos años en Huelva.
El mensaje, de nuevo, superando aquel hito del 27 de noviembre pasado como arranque de las protestas, quedó claro: la atención sanitaria en la provincia es la más deficiente de Andalucía, y, por extensión, de España. Se pretenden mejoras concretas, como las centradas en la especialidad de Pediatría, tanto para las urgencias como para los cuidados intensivos y la dotación de especialistas en Atención Primaria. También para la creación de unidades de dolor y para el tratamiento de ictus, para la construcción de los centros hospitalarios de alta resolución en la Costa, la Sierra y el Condado, o la reversión del proceso de fusión, y que la capital mantenga en perfecto estado de funcionamiento "dos hospitales completos". Son sólo una pequeña parte de las demandas consideradas básicas por la plataforma Huelva por una Sanidad digna.
Detrás de esta reivindicación se han identificado desde ciertos sectores una "clara intención política" y oscuros "intereses del sector privado". Estos intentos de "desprestigiar" las protestas, como los tildaron ayer los convocantes, se han repetido en los últimos días a través del delegado provincial de Salud, Rafael López, y del presidente de la Diputación y secretario general del PSOE provincial, Ignacio Caraballo. De ellos se reclamó, voz en grito, su dimisión, al tiempo que se puso el acento en la ausencia del alcalde capitalino, Gabriel Cruz, a quien echaron en falta.
No faltaron otros regidores de la provincia, como el de Lepe, Juan Manuel González, o el de Palos de la Frontera, Carmelo Romero. Los dos, casualmente, del PP, el partido que ha aprovechado la contienda ciudadana para fustigar al Gobierno socialista de la Junta. Por eso también estuvieron otros dirigentes populares, como el presidente provincial Manuel Andrés González, el parlamentario Guillermo García Longoria, o el frustrado alcalde de Aljaraque, David Toscano.
No fue la única representación política. Por mucho que llovieran las acusaciones de vinculación al Partido Popular, entre la multitud también se vieron representantes de Podemos, de Ciudadanos, de Izquierda Unida, de sindicatos sectoriales y de clase, muchos profesionales sanitarios, universitarios y, sobre todo, simplemente, ciudadanos. De la capital y la provincia.
Porque si en algo destacó la movilización de ayer fue por la ausencia de símbolos. Ninguna marca en banderas ni solapas. Apenas rudimentarias pancartas particulares, como la que reclamaba una "Sanidad pública, universal y de calidad". O la que (ojo los contendientes políticos) aseguraba que "PSOE/PP recortan a la vez".
"Hemos tenido que enfrentarnos a la Administración, a grupos más o menos organizados que, a la vista de su éxito, han intentado adueñarse del mismo, usarlo para sus fines y politizarlo", denunció la portavoz de la plataforma, Paloma Hergueta, en su intervención final en la Plaza de las Monjas. "Pero a pesar de los intentos de engañarnos o confundirnos, Huelva ha despertado y va a reclamar, dónde y ante quien haga falta, su derecho a una Sanidad digna". "No vamos a consentir, ni un minuto más, que los políticos nos dividan, enfrenten y confundan, para poder así diluir y eludir su responsabilidad en el tema".
En un momento de la marcha se pudo escuchar una reflexión entre los manifestantes por la avenida Alcalde Federico Molina: "Si los que reclaman las infraestructuras que necesitamos estuvieran aquí preocupándose por nuestra salud, y los que andan ahora por aquí defendiéndola hicieran lo mismo por las obras que debe hacer el Gobierno, Huelva sería otra cosa".
Hergueta puso estas demandas al mismo nivel. No dudó en considerar una "deuda histórica" la existente con la provincia en cuanto a sanidad. Por eso reclamó "hechos y no palabras" que acaben con la actual situación deficitaria, "agravada por una terrible falta de inversión en la provincia y por la fusión de hospitales". La patata caliente ya está en San Telmo.
participación
El diferente tamiz de cada Administración. En una movilización como ésta, que aunque de carácter ciudadano está polarizada por los intereses de los dos partidos mayoritarios, las cifras de participación provocaron ayer un nuevo pulso. La organización, como no podía ser de otra forma, tiró de entusiasmo para proclamar un éxito superior al de la manifestación del 27 de noviembre pasado: 25.000 personas, 5.000 más que el cálculo consensuado entonces. Durante el recorrido, agentes de la Policía Local apuntaron a la prensa entre 9.000 y 12.000 personas, en un principio, y los de la Policía Nacional, en torno a 10.000 al final de la misma. Las administraciones que controlan ambos cuerpos ofrecieron aun cantidades diferentes posteriormente: 6.000 en el caso del Ayuntamiento socialista, y 19.000 en el de la Subdelegación del Gobierno popular. Quizá en el término medio esté el alcance real, aunque más allá de interpretaciones, nadie se equivocará si dice que fue una de las mayores movilizaciones que se recuerdan en la Huelva reciente.
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