La ola

En algún momento voté a IU. Los ideales que presentaba eran acordes a los míos, incluso llegué a sentirme identificado con algunos de sus planteamientos. Ahora compruebo como muchos de sus antiguos dirigentes agachan la cabeza por la calle y hasta resoplan de vez en cuando. Lo hacen cuando Alberto Garzón repite, una y otra vez, las mismas palabras que minutos antes ha dicho Pablo Iglesias. Alberto Garzón es un loro, el loro de Podemos.

Y Podemos es como una ola, una ola grandísima. Las olas erosionan, arrastran, engullen todo aquello que se encuentran a su paso. Y lo hacen sin compasión, con la propagación de su discurso, de su falso discurso. Pero Podemos no es un partido político, nunca lo ha sido. Y no se puede considerar como tal. Podemos es una ola, la ola que arrastró a IU a su desaparición y ahora va camino de arrastrar al PSOE con la resaca de su nuevo secretario general.

La meta, a corto plazo, de Pedro Sánchez es recuperar a votantes del PSOE que se fueron a Podemos, que marcharon a la izquierda radical. Y su discurso para conseguirlo es volverse aún más radical que Podemos. La meta de Pedro Sánchez es llegar a la Moncloa, y que su mujer pueda invitar a sus amigas a café en uno de los salones. Nada más, no tiene otro. España le importa poco o nada. Nos lo ha demostrado como un camaleón que cambia de registro.

Y conseguirá, en parte, su meta, hará regresar a algunos votantes a su origen, simplemente a algunos.

En el PSOE han saltado las alarmas. Más que unir Pedro Sánchez se ha vengado. Y toda venganza es sinónimo de indisciplina, de erosión, de arrastrar de aquí para allá a un puñado de militantes que, en estos momentos, no saben ni lo que quieren en realidad. Pero, ¿ustedes creen que Pedro Sánchez sabe lo que quiere en realidad? Cada uno tiene sus teorías, aunque a este paso el nuevo secretario general del PSOE va a ser víctima de la ola, de la gran ola de Podemos.

Sinceramente pienso que lo mejor que le ha pasado al PSOE es que no haya ganado las primarias Susana Díaz. Pero también pienso que lo peor que le ha pasado al PSOE es que haya vencido Pedro Sánchez. No lo vea como una contradicción. Mírelo con buenos ojos. A fin de cuentas, nos encontramos en un momento histórico importante, podremos contar a nuestros hijos que vivimos en el tiempo de la ola, de la gran ola que arrastra todo a su paso, y que todo lo destruye y lo hace desaparecer.