Las cooperativas energéticas, una oportunidad para optimizar el ahorro

La transición hacia fuentes de energía renovables no solo es un objetivo global, sino también una oportunidad estratégica para sectores clave como el agroalimentario. La energía fotovoltaica, con su capacidad para reducir costos y minimizar el impacto ambiental, se presenta como una solución viable y efectiva.

Dado el alto consumo energético del sector agroalimentario en procesos como riego, refrigeración y transformación de productos, las instalaciones fotovoltaicas y las cooperativas energéticas suponen una oportunidad para optimizar el ahorro.

En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, ha puesto en marcha un proyecto denominado ‘Análisis de la viabilidad para la instalación de energía fotovoltaica en el sector agroalimentario. Asesoramiento para la puesta en marcha de un modelo de cooperativa energética’, que se enmarca en la Línea 4 para la Innovación y Competitividad Empresarial de la Economía Social y que financia la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

El proyecto se divide en varias fases. La primera ha sido la realización de un análisis de viabilidad técnico-económico en 30 cooperativas, con un estudio de costes e ingresos y un asesoramiento directo sobre aspectos técnicos acerca de la instalación de placas fotovoltaicas en estas cooperativas agroalimentarias.

La segunda, la organización y realización de una jornada de difusión en la que se recojan diferentes aspectos de interés relacionados con la gestión de ayudas a la instalación de plantas fotovoltaicas. Se tratarían temas de viabilidad económica tales como los costos iniciales, ahorro potencial –estimación del ahorro en la factura energética a lo largo del ciclo de vida del sistema- o el acceso a subvenciones. También se contemplaría el impacto ambiental y social, evaluando la disminución de huella de carbono gracias a la sustitución de fuentes convencionales.

Y una tercera que ha consistido en la visita a una cooperativa con modelo energético para dinamizar la implantación entre entidades interesadas. En esta ocasión ha sido Granada La Palma, en la localidad granadina de Carchuna. Esta cooperativa cuenta con un Plan de Investigación, Sostenibilidad y Digitalización en el que integran el Proyecto denominado “Energía Verde”, pionero en el sector agro- alimentario en España. Este se centra en el aprovechamiento solar para el desarrollo de una energía 100% renovable y eficiente, con un modelo energético descentralizado, justo, eficiente y colaborativo.

Así, las cooperativas energéticas representan una forma innovadora de llegar al acceso a la energía. En este modelo, agricultores, empresas agroalimentarias y comunidades rurales son a la vez productores y consumidores de energía.

Entre los beneficios que se pueden resaltar, tras la puesta en marcha de un modelo de cooperativa energética, se encuentran la reducción de costes, ya que con la producción de energía solar se genera electricidad para alimentar buena parte de los procesos productivos y las instalaciones; la ayuda a la reducción de la huella de carbono, dado que la energía fotovoltaica es renovable; el incremento de la autonomía e independencia energética; y la rentabilidad a largo plazo, entre otros.