Desconcierto y protestas en el primer día de peaje en Portugal
Las dificultades en el sistema de pago y la falta de información centran las quejas de los conductores. Estradas de Portugal remite a la carretera nacional 125 como alternativa al pago en la Via do Infante.
Desconcierto. Esa palabra presidió la puesta en marcha ayer del peaje en la autopista A-22, la Via do Infante que cruza el Algarve de Este a Oeste, al mismo tiempo que en otras tres carreteras portuguesas. Con un peculiar sistema de pago electrónico y una nula campaña de información sobre el peaje para los vecinos españoles, las protestas de los usuarios se sucedieron en la mañana de ayer desde el puente internacional de Ayamonte. El Gobierno luso instaló incluso un punto de información en Vila Real, pero las quejas prosiguieron ante la falta de dispositivos electrónicos (algunos usuarios aseguraban que es imposible encontrarlos) y con la máquina expendedora de pases de un día fuera de servicio. Mientras tanto, los usuarios de la A-22 desarrollaban una nueva protesta, una marcha lenta hasta el aeropuerto de Faro.
Portugal ponía ayer en marcha el peaje en la mencionada A-22, en la A-23, que cruza el Alentejo; la A-24, colindante con Galicia, y la A-25, junto a Salamanca. Cuatro peajes que terminan con las últimas autopistas gratuitas para el usuario, que empezaron a operar financiadas por el Estado hace 14 años. El coste de estos peajes varía entre los 11,6 (en el caso del Algarve) y los 19,3 euros (en el Alentejo) y todos han levantado las protestas de empresarios, usuarios y ayuntamientos del entorno, que en el caso de la A-22 han llevado incluso a los tribunales el cobro por circular.
En la del Algarve, alrededor de un centenar de conductores habían sido atendidos hasta las 15:00 horas de ayer en el punto de información de Estradas de Portugal, el organismo que gestiona las carreteras lusas. Las preguntas más frecuentes giraban en torno a las distintas tarifas, sistemas de funcionamiento y pago, y lugares donde adquirir las tarjetas de precarga con sistema magnético o los dispositivos electrónicos que han de instalarse en los vehículos a partir de ahora para hacer uso de dicha vía.
En este mismo punto de información, las autoridades lusas también han instalado un sistema electrónico expendedor de tarjetas magnéticas de precarga para aquellos viajeros que se desplazan a Portugal de forma esporádica y que regresan en la misma jornada o permanecen en el mismo entre tres y cinco días. Un aparato expendedor que ha sido instalado pensando casi de forma exclusiva en los españoles, y más concretamente en los onubenses, que son quienes habitualmente más desplazamientos cortos y esporádicos realizan.
No obstante, y de forma paradójica, el mismo día en que el peaje entraba en vigor, dicho aparato expendedor de tarjetas aún permanecía fuera de servicio, por lo que según los funcionarios portugueses, para hacerse con una de estas tarjetas de precarga, el punto más cercano de la frontera hispano-lusa se encuentra a más de 30 kilómetros de la frontera, concretamente en la estación de servicio Cepsa de la localidad de Olhão.
Igualmente, una de las conductoras que ayer paraban en el punto de información se quejaba de que por el momento es "prácticamente imposible" hacerse con el dispositivo electrónico necesario para aquellos viajeros que hacen uso de esta carretera regularmente. Y es que según explicaba esta onubense, que por motivos laborales está obligada a viajar diariamente a Faro, "llevo ya varios días intentando hacerme con el dispositivo tanto en Faro como en aquellas estaciones de servicio en la que se anuncia su venta, siendo por el momento imposible". Es por ello por lo que se lamentaba de no saber qué va ocurrir hoy cuando tenga que viajar a la capital algarvía sin el dispositivo, ya que según asegura "nadie me informa claramente ni me da explicaciones sobre mi problema concreto, por mucho punto de información que hayan instalado". A partir de hoy se multará la falta de pago.
Por su parte, el director de la Zona Sur de Estradas de Portugal, Luis Pinello, aseguraba ayer que la jornada ha transcurrido con "absoluta normalidad" y que los "numerosos" conductores que han parado a lo largo de la jornada en el punto de información "lo han hecho única y exclusivamente interesados en el funcionamiento del peaje, por lo que no hemos detectado ningún tipo de rechazo al mismo".
Según Pinello, el peaje "no va a afectar negativamente en el número de viajeros que se desplazan diariamente por carretera entre ambos países". En este sentido, prosigue, "lo normal es que al instalar un peaje de este tipo al principio se produzca un descenso en el número de viajeros que hacen uso de las carreteras afectadas, pero con el paso del tiempo la situación se normaliza". Es por ello por lo que igualmente se ha mostrado convencido de que el peaje "no va a afectar a las buenas relaciones entre ambos países".
Con respecto al turismo, Pinello admitió que "pese a ser cierto que se va a producir un pequeño coste añadido para el turista que haga uso de la A-22 para desplazarse por el Algarve, también es verdad que hay alternativas como la Nacional 125, que funciona bien". Y es que, según matizó, finalmente "el peaje sólo va a afectar a aquellos ciudadanos que desean recorrer el Algarve de forma más rápida".
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