Fertiberia afirma que su proyecto no contaminará la Ría de Huelva
Un informe de la Universidad onubense asegura que los trabajos previstos no evitarán que haya filtraciones de compuestos químicos
El proyecto para la restauración de las balsas de fosfoyeso es "seguro" y evitará las filtraciones de contaminantes a la Ría. Ese es el mensaje que la empresa Fertiberia trasladó ayer para hacer frente al rechazo expreso a su propuesta por parte de la ciudadanía y las críticas vertidas desde algunos departamentos de la Universidad de Huelva. "El proyecto es sólido, contrastado, científicamente sustentado y asegurará a la ciudadanía la mejor restauración medioambiental", afirmó el director de la fábrica, Roberto Ibáñez, en rueda de prensa.
Fertiberia presentó ayer por primera vez públicamente el estado de ejecución de unos trabajos que empezaron hace cuatro años, después de que el Tribunal Supremo ratificara la sentencia que declaraba caduca la concesión de ocupación de la marisma obligando a la empresa a cesar el depósito de fosfoyeso. Con un presupuesto estimado de 65,9 millones de euros, el objetivo de su proyecto de restauración es triple: garantizar la estabilidad estructural de los apilamientos, eliminar la posible generación de contaminación y restaurar la zona para reintegrarla en el medio ambiente circundante.
Objetivo clave será evitar la salida de contaminantes a la Ría, con un confinamiento que evite filtraciones una vez las balsas estén restauradas. Para ello se propone ejecutar una cobertura con materiales naturales y sintéticos (polietileno de alta densidad, arcilla compactada y un enmendado con calizas) que posteriormente será cubierto con una capa adicional de tierra vegetal y plantas autóctonas. Con esta cobertura se intenta impedir el contacto del agua de lluvia con los yesos como fuente fundamental de posteriores filtraciones; además, se han diseñado dos estructuras de drenaje separadas, una para las aguas embebidas en los fosfoyesos y otra para recoger las aguas superficiales.
El trabajo realizado por el investigador Rafael Pérez-López, alerta de que en la actualidad hay 56 puntos de fuga de aguas ácidas al estuario, tanto desde las balsas por restaurar como desde las ya restauradas, y considera que el proyecto de Fertiberia "no evitaría la descarga de compuestos químicos contaminantes a la Ría de Huelva".
La empresa Eptisa rechaza ese presupuesto, basándose en los resultados de un estudio hidrogeológico complementario entregado al Ministerio. "Las descargas a la Ría serían poco significativas tanto por las características de las emisiones como por la ya muy modificada calidad química que presentan las aguas del río Tinto", aseguró Óscar Velasco, geólogo de la empresa Eptisa. En cualquier caso, aseguran los representantes de Eptisa, una vez ejecutado el proyecto "las eventuales filtraciones serán cero".
Otra cuestión a recibir un tratamiento especial serán los denominados fosfoyesos negros, restos de ese color que presentan una radiactividad hasta 12 veces superior a la del resto de los residuos, procedentes de la etapa anterior de gestión de los yesos, cuando se vertían a la marisma y el agua a la Ría sin más control. La recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear es dejarlos donde están. El único tratamiento extra que recibirán será cubrirlos con una capa de 50 centímetros de fosfoyeso normal para aislarlos.
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