Gresca entre los forenses y la Guardia Civil por la muerte de Laura Luelmo
La Sociedad Española de Medicina Legal y Forense cree que las pruebas ratificarán que la joven profesora no murió el primer día, como aseguran los investigadores del Instituto Armado
La Sociedad Española de Medicina Legal y Forense (Semlyf) defendió ayer la actuación del Instituto de Medicina Legal (IML) de Huelva en el caso de Laura Luelmo, puesta en tela de juicio por la Guardia Civil, que mantiene que la joven zamorana falleció en la noche del miércoles 12 de diciembre -el mismo día en que fue raptada- y no entre el viernes 14 y el sábado 15 de diciembre, como mantienen los facultativos.
El organismo afirma que los datos "más fiables" tras una muerte son los que proceden del levantamiento del cadáver, de datos paramédicos y de los recogidos en la autopsia.
Asimismo, la Semlyf advierte de que las referencias a la "autopsia preliminar" realizadas por la Benemérita son inadecuadas, ya que se trata de un informe inicial sobre el examen del cuerpo sin vida de la joven. "En el momento actual se está a la espera de los resultados de los análisis complementarios solicitados para completar la información obtenida en la necropsia a través del examen del cadáver, no ante una segunda actuación necrópsica", detallaron los médicos forenses.
En el supuesto caso de que, a raíz de los mismos, se realizara una nueva necropsia, se trataría de una "segunda autopsia", por lo que la realizada el día 18 de diciembre a Laura Luelmo sería considerada en este supuesto como "primera autopsia", no como una actuación preliminar a otra.
Establecer con precisión la data de la muerte es uno de los retos "más difíciles" al que se enfrenta la Medicina Legal, recalcan. "Esta tarea será tanto más compleja a medida que nos alejamos del momento de la muerte, pudiendo aparecer interferencias importantes a lo largo de los días transcurridos. La data establecida por el equipo forense se ha determinado de modo científico a partir de la información disponible", aseveran.
En el caso de Laura Luelmo cobrará especial relevancia el estado evolutivo de las heridas y lesiones ocasionadas en el momento del ataque y en fases posteriores. "Al producirse la muerte se detiene el proceso de la evolución cromática de la equimosis, así como los procesos histoquímicos de la inflamación, por lo que se podrá establecer con relativa precisión el momento en que aquellas fueron efectuadas".
Por otra parte, y dado que la evolución de los fenómenos cadavéricos depende, fundamentalmente, de factores extrínsecos -condiciones ambientales, de manera muy especial la temperatura, pero también la humedad, la velocidad del aire, posibles fenómenos atmosféricos-, la Semlyf indica que la determinación científica de la data de la muerte tendrá que tomar en consideración estos factores a la hora de aplicar cualquier fórmula u algoritmo.
"Las conclusiones obtenidas no deben ponerse en duda por las posibles interferencias de estos factores ambientales, puesto que su consideración forma parte del estudio", sentencia, a la vez que evidencia que los análisis complementarios "no suelen corregir sustancialmente las primeras predicciones, raramente supondrán una rectificación importante a las conclusiones obtenidas a partir del examen del cadáver".
La Benemérita mantiene que murió el día 12
La Guardia Civil insiste por su parte en que la hipótesis más probable, según los indicios obtenidos, es que la joven profesora muriera unas horas después de desaparecer en el lugar donde se encontró su cuerpo, pero acatará y secundará las conclusiones del informe preliminar y del definitivo de la autopsia. En este sentido, reiteran que los indicios obtenidos hacen pensar en que la muerte se produjo en la noche del día 12 y que no pretenden ninguna confrontación con los profesionales de la medicina forense.
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