Juan Ortega suspende su boda y deja colgados a la novia y a 500 invitados

El diestro sevillano Juan Ortega ha suspendido este sábado su boda en Jerez, lo ha hecho poco antes de que fuera a comenzar la ceremonia religiosa a la que asistía medio millar de invitados. El novio comunicó a la familia de su prometida que no habría boda alrededor de las 10 de la mañana, cuando la cita religiosa era al mediodía, dos horas después, según han explicado algunos de los convocados.

El torero se iba a casar con una jerezana, Carmen Otte, médico cardióloga, con la que lleva de novio bastante tiempo. Sin embargo, ha dado marcha atrás al casamiento "por circunstancias personales". Todos los invitados estaban ya en la iglesia de Santiago, una de las más populares de Jerez al encontrarse en el barrio más flamenco de la ciudad, cuando fueron avisados del desenlace. Algunos, como Curro Romero, que acaba de cumplir 90 años, fue avisado para que no se trasladase desde Sevilla a Jerez.

Se da la circunstancia de que el diestro y su novia habían celebrado el día antes la preboda con los amigos más cercanos. Según algunos de los invitados, se han vivido momentos muy duros al conocerse la suspensión. Entre éstos, había numerosos toreros.

Juan Ortega también es ingeniero agrónomo. El padrino de la boda iba a ser el padre de la novia, que es un ingeniero agrónomo muy conocido en Jerez, y la madrina, la madre del novio, Cristina Pardo. El almuerzo posterior se iba a celebrar en las bodegas de González Byass. Estaban invitados, entre otros, Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Pepe Luis Vargas, Chicuelo hijo, Morante de la Puebla y Roca Rey.

Quienes conocen a Ortega lo definen como "una persona seria, educada e introvertida", poco amigo de ser figura en grandes eventos que no sean los de la tauromaquia.

Juan Ortega nació en Sevilla en 1990, y tomó la alternativa el 15 de abril de 2006 en la plaza de toros de Pozoblanco. Había estudiado ingeniería en Córdoba, aunque se formó como torero en la escuela de Amate. Enrique Ponce fue su padrino de alternativa. La afición por el mundo de los toros viene de un tío que era ganadero de reses bravas.