Andalucía encabeza los brotes de enfermedades alimentarias

La alerta por la presencia de la bacteria Listeria monocytogenes en un producto de zurrapa blanca y salchichón ibérico distribuidos por una empresa de embutidos de Olvera (Cádiz) ha devuelto a la actualidad las intoxicaciones alimentarias, un tipo de enfermedades que resultan más frecuentes en verano. Andalucía, donde el verano es más verano, está a la cabeza de España en el registro de brotes por intoxicación alimentaria e hídrica entre 2018 y 2022, que es el periodo analizado en un informe publicado la pasada semana por el Instituto de Salud Carlos III. Sólo Murcia ha registrado en este tiempo más brotes por habitantes, causados principalmente por los género de las bacterias salmonela y campylobacter y por el virus norovirus. Los patógenos que provocan más muertes, según el mismo informe, han sido la salmonela y la Listeria monocytogenes.  

El microorganismo causante de la enfermedad de la listeriosis fue el origen del mayor brote registrado desde 2018. Era verano de 2019, unos meses antes de conocerse las primeras noticias de un virus, el coronavirus, que se propagaba de un modo desconocido en China. Aquel brote de listeria, “el gran brote” del periodo estudiado, según los investigadores del Instituto de Salud Carlos III, registró 207 casos confirmados en Andalucía y 59 casos vinculados en otras regiones. Del salchichón de la empresa de Olvera en el que la Consejería de Salud y Consumo ha detectado la bacteria, cuyo producto se ha retirado del mercado, no se conoce aún casos de intoxicación humana, al menos por ahora, informa la administración sanitaria andaluza.

El Instituto de Salud Carlos III califica de “elevada” la letalidad de la listeriosis en España y Europa. Tal motivo, unido a la dificultad de investigar la aparición de los brotes, dado el largo periodo de incubación de la enfermedad, hace que los autores del citado informe pidan a las administraciones sanitarias “un mayor esfuerzo” en la identificación de los “productos contaminados”. La Consejería de Salud y Consumo informa a este periódico de que las muestras analizadas por listeria han sido de 1.110 en 2020, 1.318 en 2021, 1.434 en 2022 y 1.432 en 2023. Descartando la cifra de 2020, año en que la pandemia provocó una cierta parálisis administrativa, la subida de análisis registrada en 2022 ha sufrido una ralentización en 2023.

Salchichas, patés, pescado ahumado, más vulnerables a la listeria

La listeriosis es una enfermedad causada por la bacteria Listeria monocytogenes, informa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Su capacidad de resistencia a diversas condiciones –como la acidez y las bajas temperaturas– justifica que esté ampliamente presente en el medio ambiente y en los lugares de elaboración de alimentos. La principal vía por la que se transmite al ser humano es el consumo de alimentos contaminados, explica la Aesan, especialmente en los alimentos listos para consumo refrigerados como, entre otros, las salchichas cocidas y los patés; el pescado ahumado; los productos lácteos (quesos de pasta blanda, leche cruda y helados elaborados con leche cruda) así como ensaladas preparadas, verduras y frutas frescas.

La enfermedad suele cursar asintomáticamente o provocar en personas sanas una sintomatología gastrointestinal leve, fiebre y dolores musculares. No obstante, en personas inmunodeprimidas, personas de edad avanzada, niños y embarazadas pueden producirse cuadros graves que incluyen, entre otros, meningitis, septicemia, aborto espontáneo, muerte fetal o parto prematuro. 

Un periodo de incubación que puede llegar a los tres meses

Aunque comúnmente de una o dos semanas, el periodo de incubación de la listerioris puede llegar a los tres meses. Como consecuencia, puede resulta difícil localizar el alimento que origina la infección, obstaculizando la labor de los técnicos de Salud Pública. 

Los nuevos hábitos de alimentación de los ciudadanos ha provocado un nuevo fenómeno, explica la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta, y no es otro que la subida de la producción de los alimentos "listos para el consumo" por parte de las empresas, productos propicios para la proliferación de la listeria.