Andalucía necesita a María Jesús Montero

ANDALUCÍA lleva demasiado tiempo esperando un cambio real. Un cambio que no se base en promesas vacías de Moreno Bonilla, ni en políticas que benefician a unos pocos, sino en un modelo de gestión que ponga en el centro a la mayoría social. Y para que ese cambio se haga realidad, María Jesús Montero debe ser la próxima presidenta de la Junta de Andalucía.

Los últimos años han demostrado que el actual Gobierno autonómico ha carecido de ambición para afrontar los grandes retos de la comunidad. La sanidad pública está al límite, con listas de espera desbordadas y profesionales agotados. La educación ha visto cómo se han recortado recursos mientras se potenciaban los centros privados. Y en materia de empleo, seguimos liderando las cifras de precariedad y desempleo.

Frente a esta realidad, María Jesús Montero representa la alternativa progresista y solvente que Andalucía necesita. Ha demostrado, tanto en la Junta como en el Gobierno de España, que sabe gestionar con rigor sin perder de vista la justicia social. Su papel ha sido clave en la subida del 61% del Salario Mínimo Interprofesional, en el refuerzo de la financiación autonómica y en la protección de los servicios públicos.

Pero más allá de su experiencia, lo que realmente diferencia a Montero es su compromiso con una Andalucía más igualitaria, más justa y con más oportunidades para todos. No basta con gestionar; hay que transformar, y ella ha demostrado que sabe hacerlo.

El futuro de Andalucía está en juego. Seguir con el actual modelo neoliberal de gobierno significaría más desigualdad, más privatización y menos derechos. Apostar por María Jesús Montero es apostar por una Andalucía que avance, que crezca sin dejar a nadie atrás y que recupere su potencial.

Es el momento del cambio. Y ese cambio tiene nombre y apellido.