El poder de la cultura para unir, inspirar y transformar una ciudad

La cultura se alza como un motor de transformación social y desarrollo económico. Por ello, los territorios se enfrentan al desafío de redefinir su relación con el arte, las tradiciones y la identidad. El consumo cultural ha evolucionado hacia nuevas formas y tendencias, marcando un cambio de paradigma en el que la diversidad y la interacción entre lo artístico y lo urbano cobran protagonismo.

En este contexto, la ciudad de Jerez se posiciona como aspirante a la Capitalidad Europea de la Cultura, un reto que invita a reflexionar sobre el papel de las administraciones públicas, las oportunidades de nuevos mercados culturales y el impacto de las políticas actuales en la revitalización de las ciudades.

Bajo el título Jerez ante el reto de la Capitalidad Europea de la Cultura, el Grupo Joly organizó un coloquio que reunió a destacados expertos para abordar estas cuestiones. La jornada contó con la participación de María José García-Pelayo, alcaldesa de Jerez y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias; el escritor Fernando J. Múñez; el periodista Francisco Correal; Carlos Colón, doctor en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla; la abogada Carmen Oteo; y David Fernández, director de Diario de Sevilla, como moderador.

La candidatura de Jerez a la Capitalidad Europea de la Cultura no solo representa un desafío ambicioso, sino también una oportunidad para consolidar su identidad cultural y proyectarla al mundo. Con un plazo de un año para presentar su proyecto, la ciudad ya trabaja con optimismo y determinación. Según la alcaldesa María José García-Pelayo, “Jerez tiene todos los mimbres para conseguir la capitalidad”, apoyándose en sus señas de identidad y en una estrategia que incluye tanto la tradición como la innovación.

La logística de esta candidatura se articula a través de una oficina técnica en colaboración con la Diputación, Ayuntamientos de la provincia de Cádiz, las Cámaras de Comercio y la Universidad de Cádiz. Además, se sumará la contratación de tres funcionarios interinos. La ubicación de esta oficina será el Tabanco del Duque, un espacio rehabilitado en la anterior legislatura. Esta oficina será la encargada de todo lo que rodee la convocatoria, como analizar los 69 proyectos ya recibidos, fruto de una convocatoria abierta a la sociedad para fomentar expresiones de interés. La participación ciudadana también se evidencia en las más de 2.300 adhesiones de personas comprometidas con la iniciativa.

“Jerez es una ciudad integradora e inclusiva; un territorio diverso y emprendedor”

Jerez se presenta como un mosaico de identidades donde convergen el vino, el caballo y el flamenco, pilares fundamentales que reflejan la esencia de la ciudad. Sin embargo, García-Pelayo destaca que la cultura no solo es tradición, sino también transformación: “Queremos crecer con nuestras señas de identidad, fortaleciendo su infraestructura con mimo y cariño. La candidatura a la capitalidad es la justificación para trabajar en las necesarias mejoras de la ciudad”. En este camino, la ciudad apuesta por proyectos culturales como Cine con Acento, un espacio dedicado al séptimo arte, así como el fortalecimiento de su Feria del Libro y la creación de un certamen de pintura en 2025 que incluirá una bolsa de compra para obras seleccionadas. A esto se suma la proyección para 2026, cuando Jerez aspira a ser Ciudad Española del Vino y Ciudad Española de la Gastronomía, con un enfoque en su diversidad culinaria y el reconocimiento de su alta gastronomía.

El escritor Fernando J. Múñez subraya el valor transformador de estas iniciativas culturales, destacando que “la cultura es algo identitario” y que cualquier esfuerzo por promoverla merece la pena. Para él, es especialmente relevante el compromiso mostrado por la administración en este propósito. Por su parte, el periodista Francisco Correal evoca el carácter magnético de Jerez, una ciudad que ha inspirado a figuras como Spielberg y que ha dado al mundo artistas como Caballero Bonald, símbolo del arraigo cultural que caracteriza a este territorio. Según Correal, Jerez es una ciudad plural: “Hay muchos jereces, según lo que cada uno necesita”.

La candidatura de Jerez a la Capitalidad Europea de la Cultura no solo se centra en fortalecer su identidad cultural, sino también en garantizar un modelo de desarrollo sostenible que beneficie tanto a la ciudadanía como a su industria. Según Carlos Colón, el ejemplo de Bilbao demuestra que la cultura y la industria pueden convivir e impulsarse mutuamente. “El turismo cultural es el más antiguo del mundo, ahí estaban las grandes peregrinaciones”, señaló, enfatizando la importancia de proteger aquello que hace única a una ciudad como Jerez y evitar que pierda su autenticidad frente al turismo masivo.

“Proporcionar una experiencia auténtica es la mejor manera de transmitir la cultura de forma fiel y genuina”

En este sentido, la conservación y promoción de los elementos que han convertido a Jerez en un referente mundial es una prioridad. Para María José García-Pelayo, es esencial que los propios jerezanos disfruten de su ciudad: “Si el jerezano no disfruta de su ciudad, nadie lo hará”. Este principio guía una serie de medidas orientadas a preservar la fuerza y autenticidad del territorio, con el objetivo de construir una industria cultural sólida que respalde su desarrollo económico y social.

Entre las medidas propuestas, destacan iniciativas para proteger la identidad cultural de Jerez. En la Feria, se priorizarán casetas dedicadas al flamenco y en Navidad se regularán las zambombas para preservar su esencia tradicional. También se ha aprobado una moratoria sobre aerogeneradores en la campiña, asegurando la conservación del paisaje vitivinícola. Por último, la ordenación de las viviendas turísticas busca equilibrar el uso residencial y turístico, garantizando la sostenibilidad de los barrios. Estas políticas reflejan un compromiso con la cultura, el patrimonio y el bienestar ciudadano. Como señaló Colón, la explotación responsable de la cultura debe partir de lo que hace único al territorio, ofreciendo experiencias que no puedan encontrarse en ningún otro lugar. En Jerez, ese punto de partida es su rica herencia cultural y la capacidad de crecer respetando lo que la hace especial.

“Jerez siempre ha sido un aglutinador de talento innato, y cuenta con diversas formas de expresarlo”

El desafío de Jerez para alcanzar la Capitalidad Europea de la Cultura también pasa por consolidar una visión más profunda y consciente de su propia identidad. Carmen Oteo destacó la necesidad de superar una visión crítica hacia la cultura que ha persistido en el tiempo, heredada de antiguas crisis. La clave, señaló, es que el propio jerezano tome conciencia del valor de su patrimonio cultural: “El vino, que hasta le ha dado el nombre a la ciudad, debe ser esa columna vertebral cultural que nos inspire y que proyectemos al mundo”.

La forma de comunicar y compartir esa riqueza cultural también es esencial. Fernando J. Múñez hizo hincapié en la importancia de transmitir la cultura de manera pausada y auténtica, primero desde la educación y después a través de la experiencia. En su opinión, el visitante debe vivir de manera fiel aquello que hace único a Jerez, sumando valor cultural al entretenimiento.

Carlos Colón, por su parte, señaló un cambio evidente en el turismo actual, caracterizado por estancias cortas y experiencias superficiales. Sin embargo, según Carmen Oteo, este escenario abre la puerta a un turismo más recurrente gracias a las mejores conexiones de transporte. La clave, apuntó Colón, es ofrecer algo que no haga nadie o que se haga mejor que en cualquier otro lugar. En este sentido, el flamenco emerge como un ejemplo vivo de cómo Jerez puede integrar tradición y evolución en su propuesta cultural.

“Existe una forma de vida jerezana que ha de preservarse y mostrarse al resto de Europa”

Jerez no solo es un centro histórico del flamenco, sino también un epicentro natural de talento creativo. Francisco Correal subrayó esta capacidad de la ciudad para aglutinar artistas y ofrecer múltiples vías de experimentación cultural. Desde esta perspectiva, la propuesta de Oteo de sacar los tesoros del Museo Arqueológico de Jerez a las calles, acompañados de un baile flamenco y una copa de vino, simboliza una visión integradora que conecta patrimonio, tradición y experiencia sensorial.

“Es necesario cambiar la mentalidad de los jerezanos para fortalecer el arraigo por sus costumbres”

Un aspecto destacado durante el coloquio fue la integración del pueblo gitano en Jerez, planteado por el moderador, David Fernández. Según García-Pelayo, esta integración es una de las grandes fortalezas de la ciudad. En Jerez, explicó, el pueblo gitano no se asocia con exclusión, marginación o violencia, sino con una profunda implicación en la sociedad local. Ejemplos de ello son los gitanos que ocupan cargos destacados como directores de comunicación, hermanos mayores de hermandades y empresarios. Este tejido social diverso contribuye a la singularidad de la ciudad y se presenta como un modelo para Europa.

Francisco Correal señaló que es fundamental que todos los jerezanos trabajen en una misma dirección, ya que “el mestizaje es la gran obra de arte de Jerez, y eso es lo que hay que proteger y exponer”. Por su parte, Múñez destacó la necesidad de poner en valor las experiencias únicas que Jerez puede ofrecer, mientras que Carlos Colón apuntó que existe una forma de vida jerezana que constituye un valor diferencial. Apostar por esta experiencia de vida, integradora y única, se erige como un eje clave para proyectar la identidad de Jerez hacia Europa y el mundo. En este sentido, García-Pelayo subrayó la importancia de construir un relato que refleje esta fusión cultural, posicionándola como un valor añadido que, junto con sus señas de identidad, puede enriquecer el panorama europeo y contribuir al desarrollo de una comunidad más inclusiva.