Juan Espadas dejará su acta en el Parlamento andaluz este mes

La susanista Verónica Pérez volverá a la Cámara autonómica como su sustituta

El Gobierno cambiará a su delegado en Andalucía para imprimir mayor pulso político a la institución

El PSOE de Andalucía sueña con la coincidencia electoral de generales y autonómicas

Así cayó Espadas en el 41º Congreso Federal

Juan Espadas y Verónica Pérez, en una imagen de archivo. / Belén Vargas

Juan Espadas dejará su acta de parlamentario autonómico este mes de febrero, quien ha sido el secretario general del PSOE de Andalucía en los últimos años cederá el paso en la Cámara a la siguiente en la lista, la sevillana Verónica Pérez, una de las susanistas más destacadas. Varias fuentes del partido han confirmado esta salida de Espadas, aunque difieren en el momento, hay quien cree que se producirá durante el pleno de la próxima semana, que comienza el 5 de febrero, mientras que otras voces lo sitúan un poco más adelante, cerca del 15º Congreso Regional, que se celebra en Armilla a finales de este mes. En cualquiera de los casos, esto significa la conclusión del relevo tranquilo de Espadas y la voluntad de María Jesús Montero de cerrar las heridas con Susana Díaz.

Espadas se mantendrá por ahora como portavoz del PSOE en el Senado. Una vez que ha dejado de liderar a su partido y, por tanto, de ejercer como líder del grupo mayoritario de la oposición a Juanma Moreno, era previsible que saliese de la Cámara. Sin embargo, su influencia ya se está disolviendo. Ha habido un intento de que Verónica Pérez cediera el paso a otro miembro de la lista, pero la nueva dirección de Montero, que ya ejerce de facto, ha eludido entrar en esta batalla sevillana. Aunque Espadas indicó a los suyos que seguiría ejerciendo su influencia en el grupo parlamentario, lo cierto es que todos los cargos, incluido su portavoz, Ángeles Férriz, ya está en duda. Se descarta, por ejemplo, que la gaditana Irene García vaya a ser la secretaria de Organización.

Verónica Pérez llegó a ser secretaria provincial del PSOE en Sevilla y, como presidenta del Comité Federal, quiso hacerse con el mando de Ferraz cuando se produjo la defenestración de Pedro Sánchez, al proclamar aquello de que "la única autoridad" en esos momentos en el partido era ella. María Jesús Montero, que en cierto modo es una recién llegada al partido -es militante desde hace 16 años-, no pertenece a ninguna familia ni facción, de ahí que haya querido comenzar su mandato sin tomar banderías. Cuenta con Susana Díaz y con su gente, y si Verónica Pérez es la siguiente en la lista, no iba a ser ella quien le pidiese que no haga lo que desea, que es volver al Parlamento andaluz.

Los primeros enviados de Montero sobre el terreno han trasladado a las provincias que desean que el PSOE evite el belicismo interno a la hora de elegir a los nuevos secretarios territoriales. De principio, sólo Sevilla y Jaén se librarían de las primarias, pero va cundiendo la idea de que sólo las habrá en unas pocas. También se da por seguro que habrá un cambio en la Delegación del Gobierno en Andalucía, de donde saldrá el granadino Pedro Fernández.

En el PSOE de Andalucía se vive en estos momentos un clima de euforia, y no tanto porque se esté dando por hecha una victoria en las elecciones autonómicas, sino porque la llegada de María Jesús Montero "ha levantado a la tropa", en palabras de uno de sus secretarios provinciales. El mandato de Juan Espadas llevaba meses bajo una agonía que empeoró la decisión de enviarle como portavoz al Senado. Una fuente socialista explica que ya hay provincias donde podrían obtener un parlamentario más en unas elecciones. Sólo con que en cada territorio ocurriera lo mismo, el PP de Juanma Moreno perdería la mayoría absoluta y se acercaría a la cifra de 50 escaños, a partir de la cual el resultado es muy incierto.

De hecho, el escenario preferido en el PSOE de Andalucía es el de una coincidencia de las elecciones andaluzas, en el segundo trimestre de 2026, con unas generales, debido a que el incremento de la participación se puede acercar a los 10 puntos. Una doble competición entre Juanma Moreno y María Jesús Montero y la de Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez convertiría en Andalucía en el epicentro del próximo ciclo electoral. Más si se tiene en cuenta que el actual presidente de la Junta es uno de los posibles recambios del PP si su actual líder errase en su segundo intento.

Todos los pulsados en el PSOE son de esta opinión, aunque subrayan que esto no dependerá ni de su organización ni de Montero, sino de Pedro Sánchez. La reconducción de las relaciones con Junts después del tumbado del decreto ómnibus hace pensar en que el presidente del Gobierno aguantará todo 2025 con o sin Presupuestos Generales. Con una previsión de crecimiento económico del 2,4%, el empleo seguirá creciendo en España, aupada por un sector turístico que sigue en alza y un flujo migratorio que está venciendo el otoño demográfico endógeno.

No hay dudas entre los líderes del PSOE andaluz en estos momentos, dan por hecho que Sánchez aguantará todo el año, por lo que se acercará al momento en que Moreno tenga que convocar las autonómicas: junio de 2026 como límite.

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