Pedro Sánchez revalida a María Jesús Montero como su puntal principal
La dirigente sevillana es la única junto a Alfonso Guerra que ha ocupado los segundos puestos en el partido y en el Gobierno
El navarro Santos Cerdán seguirá al frente de la secretaría de Organización del PSOE
Los principales dirigentes socialistas andaluces eluden apoyar a Juan Espadas
Cuenta un miembro de la Ejecutiva federal que los están atacando por "toga, mar y aire", y ése es el sentido de este 41º Congreso Federal que el PSOE cerrará hoy en Sevilla, un cónclave concebido como una defensa personal de Pedro Sánchez en el que dos personas se han confirmado como sus dos principales escuderos, María Jesús Montero y Santos Cerdán. La dirigente sevillana, que comenzó su carrera socialista en 2002 como viceconsejera de Salud, es la número dos del Gobierno con el cargo de vicepresidenta y la segunda del partido. Los delegados la confirmarán este domingo por primera vez como vicesecretaria general, ya que llegó a este puesto hace dos años por un nombramiento que no se había hecho efectivo en un cónclave de este nivel.
Sánchez ha apostado por una dirección de continuidad y ha cerrado un principio de acuerdo con los barones sobre la financiación autonómica. A excepción de otro sevillano, Alfonso Guerra, ningún otro socialista había copado los segundos puestos del Gobierno y del partido. Además de dirigir el poderoso Ministerio de Hacienda, Montero es vicepresidenta del Ejecutivo y el lazo que une a los ministros socialistas con sus socios de izquierda. El otro puntal de Pedro Sánchez es una persona de un perfil bien distinto, el navarro Santos Cerdán, que seguirá al cargo de la secretaría de Organización. Ambos han conseguido que no chirríen las relaciones entre el Gobierno y el partido que caracterizaron el primer tándem formado por Carmen Calvo y José Luis Ábalos.
La acusación que el empresario Víctor Aldama ha vertido sobre Cerdán -ha declarado en sede judicial que le pagó 15.000 euros en un sobre- sólo ha servido para confirmarlo. En un congreso que le ha declarado la guerra política a los jueces no se iba a apartar a nadie por una declaración de estas características. No es casual que este cónclave haya sido, también, el de la rehabilitación de los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, después de que hayan sido amparados por el Tribunal Constitucional tras la condena por el caso ERE.
"Nunca hubo un ataque similar contra un presidente del Gobierno", declaró Cerdán al inicio del congreso. Y Montero sentenció: "Padecemos una oposición corrosiva (...), es una estrategia de cacería humana, hay una industria del odio generando fango, ruido y bilis con el objetivo de generar caos". Los socialistas se han conjurado para defender a Sánchez, aunque ello les lleve a cuestionar con el sello de bulo a todo aquello que le moleste a sus intereses. Hay incertidumbre y angustia en el PSOE, y éste congreso les ha servido como una suerte de terapia.
María Jesús Montero también es una esperanza para el PSOE de Andalucía, una carta para una última jugada. El cónclave ha puesto de manifiesto que Juan Espadas no es visto por el partido como un candidato real, no ha sabido aprovechar el puesto de presidente del Congeso que Sánchez dejó para lucirse. Los socialistas andaluces pueden convocar sus primarias este mismo lunes porque la intención es celebrar su cónclave el fin de semana del 22 al 23 de febrero.
Andalucía mantiene la presencia en la nueva dirección con quienes han sido sus principales colaboradores, tanto en Moncloa como en Ferraz. Siguen los sevillanos Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso, y Francisco Salazar. También el jienense Juan Francisco Serrano, que es secretario adjunto al de Organización. Las dos miembros que Juan Espadas introdujo en el pasado congreso de Valencia, la cordobesa Ana Romero y la malagueña María del Carmen Ramírez, han salido.
El Congreso ha alcanzado un acuerdo con las federaciones autonómicas más críticas con el acuerdo de financiación singular para Cataluña. El PSOE ha incluido dentro de su propuesta de financiación autonómica un reconocimiento al Consejo de Política Fiscal y Financiera como órgano multilateral para abordar la reforma del modelo, sin perjuicio de las relaciones bilaterales. Y es que la propuesta realizada por la dirección nacional del PSOE en su ponencia marco no hacía referencia a este Consejo, sino que apostaba por compatibilizar multilateralidad y bilateralidad a la hora de reformar el sistema de financiación autonómica.
Según fuentes de las federaciones autonómicas más críticas citadas por Efe, el nuevo redactado que previsiblemente se aprobará este domingo ha puesto de acuerdo a las diferentes baronías y ha contado también con el beneplácito de los socialistas catalanes y otras federaciones al hacer referencia también a la bilateralidad.
Estas federaciones autonómicas del PSOE no estaban en total desacuerdo con el punto sobre financiación autonómica en la ponencia marco que proponía la dirección socialista, aunque ven como una victoria este acuerdo transaccional que añade el Consejo de Política Fiscal y Financiera y otras menciones a la equidad y la solidaridad.
Sin embargo, se han quejado de que el PSC no ha querido debatir sobre su acuerdo para la financiación singular a Cataluña y no se han incorporado ninguna enmienda relacionada con este asunto, a la vez que tampoco se ha debatido sobre la amnistía, los indultos y la plurinacionalidad. El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afeado en declaraciones a los periodistas que el acuerdo entre PSC y ERC no se haya podido someter a debate. "Es una cosa que ha firmado el PSC, pero el PSOE no lo va a reafirmar, no lo va a validar. Eso no está planteado. Y el propio Partido Socialista de Cataluña no ha presentado enmiendas en materia de financiación", ha añadido.
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