El PSOE andaluz empieza a moverse en las provincias: sólo Sevilla y Jaén mantienen cierta calma

En Málaga, el movimiento alternativo a Dani Pérez ya está formado; en Huelva se mira a María Márquez y en Granada todo está abierto

La elección de los delegados al Congreso Regional de Armilla será el primer recuento de los equilibrios de poder

Verónica Pérez, la primera pieza del tablero de ajedrez del PSOE andaluz

Todos los secretarios generales de las provincias durante la primera rueda de prensa de Montero como secretaria general en San Vicente
Todos los secretarios generales de las provincias durante la primera rueda de prensa de Montero como secretaria general en San Vicente / José Luis Montero

La tranquilidad que ha supuesto la elección de María Jesús Montero como secretaria general del PSOE andaluz ha durado poco. Porque ella misma ha ordenado que se adelanten los congresos provinciales y se celebren antes del 6 de abril, es decir, casi dos meses antes de lo que estaba previsto en el calendario oficial aprobado. Esta decisión de la nueva lideresa socialista ha reactivado todas las tensiones que se habían guardado en un cajón con su nombramiento.

Y eso que hay cierto consenso en que es lo más adecuado, "ya que estamos, que todo se haga lo más rápido que se pueda". El día de su toma de posesión en la sede regional socialista, Montero dijo claramente que su objetivo es dedicar el menor tiempo posible "a hablar de nosotros mismos"; quiere tener a todos los militantes tensionados con los problemas de los andaluces, haciendo oposición a Juanma Moreno y no con los equilibrios internos de poder. Pero para eso hay que resolver primero los liderazgos provinciales y luego los locales que también tienen su peluseo.

Es cierto que la composición de la Ejecutiva Regional será determinante para lo que luego suceda en las provincias pero el movimiento que había en cada una de ellas se ha reactivado. Porque la realidad es que sólo hay cierta tranquilidad en Sevilla y en Jaén. Javier Fernández, secretario general del PSOE de Sevilla, no tiene rival interno; todo el mundo reconoce el mérito de haber mantenido la Diputación Provincial y su afán por integrar a todas las sensibilidades. Apoyó a Juan Espadas hasta el último momento, pero también aseguran que lo hizo sin particular beligerancia y que ya se ha recolocado. En Jaén, Francisco Reyes tiene el panorama un poco más complicado; hay un movimiento crítico tras tantos años de liderazgo pero es el presidente de la Diputación Provincial y eso ya es suficiente. Nadie tiene dudas, además, de que terminarán por ponerse de acuerdo sin ruptura a la vista.

Una clave: los delegados al Congreso Regional

La recogida de avales para los dos precandidatos a la Secretaría General ha servido para que las diferentes sensibilidades empiecen a hacer cuentas del número de votos que tienen. El siguiente hito va a ser la elección de los delegados al Congreso Regional de Armilla que se celebra los días 22 y 23 de febrero. Con las nuevas normas internas del PSOE, corresponde un delegado por cada 50 militantes, además de que cada agrupación de menos de cien militantes o fracción superior a 50 participará en una asamblea comarcal en la que los diferentes secretarios generales votan para elegir a los representantes al cónclave. Eso significa que las diferentes sensibilidades sabrán el peso específico con el que cuentan en cada provincia. Una manera de medir las fuerzas que se va a utilizar en las próximas semanas para negociar las nuevas secretarías generales socialistas.

Granada y Málaga

En el otro extremo está Granada. José Entrena ya ha dicho que no volverá a presentarse y no tiene a ningún delfín a quien dejarle la dirección del PSOE. La pérdida de la Diputación Provincial ha sido un duro golpe para el partido en un territorio que es muy importante para los socialistas porque Granada es la segunda provincia en número de militantes pero tienen el futuro tan abierto que podría pasar cualquier cosa. El Congreso Regional de finales de febrero se celebra en Armilla, donde el PSOE tiene una alcaldesa, Dolores Cañavate, que goza de prestigio entre sus compañeros.

El movimiento crítico en Málaga está bastante más armado. El actual secretario general, Dani Pérez, aupado por Juan Espadas, tiene muchos detractores entre las diferentes familias malagueñas. El diputado Josele Aguilar está a punto de anunciar su candidatura para la dirección provincial, previa información a María Jesús Montero, en una operación que pretende empujar a Dani Pérez a no presentarse y evitar así la confrontación. Josele Aguilar cuenta con el respaldo de los críticos afines a Susana Díaz y también con quienes han apoyado a Luis Ángel Hierro, además del sector crítico de Vélez Málaga. Es más, están negociando la integración de José Bernal, ex alcalde de Marbella, para que ocupe una posición relevante en la nueva dirección del PSOE malagueño. Hay que destacar que Josele Aguilar es uno de los sanchistas de primera hornada. Junto a Francisco Medina, de Vélez Málaga, creó la plataforma de apoyo a Sánchez frente a Susana Díaz, un servicio que quizás ha llegado a hora de recompensar.

Huelva y Cádiz

Huelva tiene otro frente abierto. Entre los militantes de cualquier tendencia anterior, hay una gran mayoría que ve a María Márquez, diputada en el Parlamento andaluz, como la figura que podría dar un impulso importante al socialismo onubense que está en horas bajas. Márquez fue una de las principales valedoras de la actual secretaria general, María Eugenia Limón en las primarias que le ganó al entonces alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, pero su crédito se ha ido ahogando. A pesar de que las aguas no bajan uniformes en todas las comarcas, y sin perder de vista a Mario Jiménez que sigue ahí, María Márquez podría ser una opción de consenso.

Lo que sucede en la provincia de Cádiz es que las tres familias que conforman el PSOE de Andalucía no terminan de ponerse de acuerdo, lo que podría ser una oportunidad para el actual secretario general, Juan Carlos Ruiz Boix, para mantenerse en el liderazgo del partido a pesar de la contestación interna que tiene. La zona de la costa apuesta por el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana; mientras que la sierra prefiere a Javier Pizarro, alcalde de Alcalá de los Gazules y con una importante familia detrás. Claro que si alguno de ellos entrase a formar parte de la Ejecutiva Regional, todas las piezas se moverían.

Y Almería. Parece claro que Juan Antonio Lorenzo no seguirá como secretario general en esta provincia, la que menos militantes socialistas tiene en toda Andalucía. En la memoria de María Jesús Montero está todavía el error grave que cometió; su ausencia en la Mesa de la Comisión de Transición Ecológica en el Congreso de los Diputados impidió al Gobierno de Sánchez aprobar el dictámen que abría la puerta al impuesto a las eléctricas, tumbando una iniciativa política clave. Los socialistas almerienses están a la espera de una cabeza visible que pueda liderarlos.

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