Un rincón de Huelva donde la historia se funde con la naturaleza

Con raíces que se remontan a la época romana, como evidencian los restos encontrados en su entorno, Villarrasa atesora un rico pasado que incluye una etapa como fortaleza árabe y su consolidación durante las repoblaciones cristianas. De esta época nacieron monumentos de gran valor histórico y artístico, como la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias (siglo XVII), declarada Bien de Interés Cultural, o la Iglesia de San Vicente Mártir, de origen mudéjar, reconstruida tras diversos avatares históricos.

Enclavado en una fértil planicie de campiña, Villarrasa, con algo más de 2.000 habitantes, ofrece un valioso patrimonio monumental que combina historia, espiritualidad y belleza arquitectónica. Entre sus lugares destacados se encuentra la Capilla de la Santa Cruz del Campo, un ejemplo de estilo regionalista que resalta por su rica orfebrería sevillana, especialmente visible en su alfiz. La Iglesia de San Vicente Mártir, construida sobre un edificio mudéjar del siglo XIV, sufrió varias transformaciones a lo largo de su historia y alberga un valioso ajuar de orfebrería e imaginería.

Villarrasa ofrece un calendario festivo variado y atractivo, donde se mezclan tradición y diversión

La Ermita de la Virgen de los Remedios, corazón de la devoción local, custodia la imagen de la patrona, una figura de más de 500 años con gran valor histórico y artístico. En la Tenería, situada en la calle Aparición, se recuerda el lugar donde, según la tradición, se apareció la Virgen, con una capilla conmemorativa.

Otra joya es la Capilla de la Santa Cruz de Arriba, bendecida en 1994, que combina modelos neobarrocos andaluces y acoge la venerada imagen de la Santa Cruz de Arriba. Asimismo, la Ermita de las Angustias, construida a finales del siglo XVII y declarada Bien de Interés Cultural en 1985, ha sido restaurada tras sufrir daños históricos, incluidos los ocasionados por el terremoto de Lisboa.

En la fértil planicie de Villarrasa predomina la trilogía mediterránea de la vid, el olivo y el trigo

La Ermita de San Roque, sede de la Hermandad del Rocío, también fue reconstruida tras el terremoto y restaurada recientemente, consolidándose como un referente para la devoción rociera.Asimismo, el Puente Gadea y los molinos harineros que bordean el río Tinto son testigos del pasado industrial de Villarrasa, con su imponente estructura y el legado de los antiguos molinos romanos que antaño molían trigo.

Por otro lado, la cocina de Villarrasa es un tributo a los sabores de la tierra. Ingredientes como el aceite de oliva, el vino y los mostos son la base de platos tradicionales como las calderetas de cordero, el potaje, las espinacas con garbanzos y el gazpacho. Además, el municipio se enorgullece de su repostería, marcada por recetas típicas como los roscos fritos, las torrijas y los pestiños, donde el aceite y la miel ocupan un lugar protagonista.

El calendario festivo de Villarrasa es amplio y variado, reflejando el carácter acogedor y devoto de su gente. Entre las festividades más destacadas están las Cruces de Mayo, la Semana Santa, la Feria de la Patrona y la Peregrinación al Rocío, eventos que llenan las calles de color, música y tradición.

Así, Villarrasa es un destino que combina su rica historia, su patrimonio monumental y sus tradiciones con un entorno natural de gran belleza, ofreciendo al visitante una experiencia llena de matices.