De repente llega el adolescente corriendo, pilla una triste tostada de pan de molde, le pega un sorbo al zumo y sale corriendo porque va a perder el bus; yo soy la madre y lo mato. | El lado bueno: Sólo finales felices, por favor
Que puedas obtener una recompensa con tu pasatiempo, será extraordinario, pero que no dependa tu economía de esa actividad, así la esencia seguirá intacta y entera
Estamos tan hartos de ver y escuchar desgracias que cuando vemos una película, una serie o leemos un libro lo que ansiamos con todas nuestras fuerzas es eso de que “vivieron felices y comieron perdices”
Estamos cenando con unos amigos en un restaurante y José Luis se atraganta con una aceituna, no puede respirar y se está poniendo como una ciruela: ¿sabrías cómo actuar?
Ese gran momento en el que te tienes que enfrentar al espejo, a tu cuerpo desnudo y a los malos hábitos del invierno: quisieras salir corriendo y coger el primer vuelo a Noruega | El lado bueno: Las bondades del aburrimiento