Última noche de Carnaval Colombino 2025: Así se vivió y estos son sus premios

Huelva/Para los carnavaleros el día de la final es como la víspera de reyes. La emoción es palpable pero aún no es completa. La ilusión de lo que será la noche hace que las horas pasen en un duermevela entre disfraces, maquillaje y preparativos. Y por fin la calle Vázquez López se perfila, como todos los días, pero diferente. Esa diferencia es radical, será el último día que las puertas del Gran Teatro se abran para acoger sobre sus tablas nuevas coplas de carnaval hasta el 2026.

Con el aura de las grandes noches y un teatro a reventar la sesión comenzó con el himno del Carnaval Colombino que dio el pistoletazo de salida para la primera agrupación de la noche. La murga Tú lo que quieres es que te coma el tigre fue la encarga de abrir. Con su estilo sin vergüenza y descarado, estos gigolos volvieron a hacer reír con ganas al público. En el primer pasodoble jugando con el doble sentido le dedicaron el pasodoble a las madres. Con el segundo llegó la emoción. El hijo de David Bernal hizo aparición para que su padre le dedicara una letra en la que hablaba de lo bueno y lo malo de esta fiesta y los valores importantes de esta fiesta. Las cupletinas no terminaron de calar en un público aún frío al que le pusieron los dos rombos para rematar un cuplé de pelo.

Desde Ayamonte Guadiana atracó por última vez sobre las tablas. Con elegancia y fuerza interpretaron un repertorio localista pero que ha gustado en Huelva. El primer pasodoble desgrana como los padres influyen en la educación de los hijos y como la presión puede terminar teniendo consecuencias fatales, mientras que el segundo a Andalucía y lo esclavos que somos los andaluces de esta tierra y como eso es una suerte. Cuplés simpáticos al alcalde de Ayamonte.

Tras ellos, aparecieron los niños de Juan y Medio. Aquí están tus niños siguieron con su tipo de humor y sus gags que le han acompañado durante todo el concurso. El primer pasodoble a la educación de los niños y que nunca dejen de serlo, y para el segundo optaron por un piropo a Huelva. Los cuplés entraron fáciles en el patio de butaca con el primero a los repartos a domicilio y el segundo a la murga de Semanué. El popurrí con algunos cambios, como la cuarteta a Kiko Salas, mejoró especto a otros pases.

Antes del primer descanso las tablas volvieron a dar vida al Circo de los Sumisos. Desde la dulzura y la garra interpretaron un primer pasodoble dedicado a la situación que atraviesa la franja de Gaza. Para el segundo pasodoble, Julia, una de sus componentes históricas, hizo presencia para cantar una letra que emocionó. Juntas se despidieron del concurso para dar por finalizada su etapa como grupo con un pasodoble que despertó las lágrimas de más de un componente y aficionado.

Después del descanso Los Rateros vinieron al Gran Teatro para celebrar el robo del primer premio. Pero antes de eso, este grupo provocó la locura colectiva con un pasacalle multitudinario en el que incluyeron un tren, charangas, gigantes luminosos y miles de objetos que lanzaron para todo el que se acerca se llevara un recuerdo. Todo esto mientras dentro del Gran Teatro actuaban otros compañeros. En las letras, un emotivo primer pasodoble al hijo de Adrián Tobal y la enfermedad cardiaca que sufrió al nacer, para en el segundo pasodoble poner en valor a la sangre nueva de la fiesta. Buena tanda de cuplés el primero a los abonados, y el segundo rematan con unas cupletinas a Jesuli, el papa y el árbol de la carpa.

Tras ellos el tango volvió a tomar las tablas. El colorido del Coro de Huelva, Ojú ¡Qué lío! se hizo presente con alegría y esperanza. El primer tango fue dedicado a la emoción del asco y como la política y las injusticias de l mundo hacen que sientan asco al no poder cambiarlas. El segundo dedicado a la compra del Club Recreativo de Huelva incitando a los nuevos inversores a proteger al decano. Una letra que levantó al público que terminó coreando canticos recreativistas. Para los cuplés mejoraron mucho respecto a los dos pases anteriores con un primer cuplé a los tsunamis y los sevillanos y el segundo al disparo de Donald Trump.

Después de un largo parón de montaje el público sabía lo que venía y al grito de Semanué, semanué recibió a la murga Saca a mi Semanué. A gusto en el escenario y con la grada expectante remataron la faena. El primer pasodoble fue una crítica desde el humor a la educación que algunos padres dan a sus hijos. Fuera del personaje interpretaron su segundo pasodoble donde realizaron una dura crítica a la FOPAC. Los cuplés rematados igual dieron la putilla, pero la guinda la pusieron en el popurrí con la vuelta de Prieto que mandó a Semanué a calentar. Por fin salió Semanué, pero al minuto marco un gol en propia.

Mientras la siguiente agrupación se preparaba, los embajadores del Carnaval Colombino 2025, Kiko Salas y Tamara Enamorado, se subieron a las tablas para que Salas acompañado por Juanfran dedicara un pasodoble a Huelva.

Antes del segundo descanso la comparsa La Volaura volvió a llevarnos a las entrañas de la tierra de la mano de su pico. El primer pasodoble criticó duramente a las listas de espera desde diferentes situaciones. Para el segundo hablaron del respeto que hay dentro de los límites del humor en el carnaval y como no todo vale. Una muy buena tanda de cuplés firmó su actuación más redonda.

Los encargados de abrir el último bloque fue el cuarteto Vamos a salvar el carnaval (La Fopac), el único cuarteto de la final. La parodia siguió con su historia sobre los espíritus con golpes que levantaron el animo del público que se adentraba ya a unas horas avanzadas. Uno de esos momentos fue la aparición del Bulería ataviado como el Rey Baltasar que hizo que parte del teatro entonara ‘Bule, Baltasar’. Cuplés simpáticos y ligeritos que consiguieron seguir con el ritmo de estos cuarteteros.

La última comparsa de la noche consiguió que el teatro se volviera a llenar hasta la bandera. El público sabía que llega una de las agrupaciones que prometían dar espectáculo. Invisibles, la comparsa de Jesuli Perojil, sabían que tenían que poner la puntilla y así lo hicieron. Primer pasodoble a Huelva y su invisibilidad en el mundo y a como los onubenses siguen aborregados. El segundo prometía emocionar. En la letra narraron como un aborto espontáneo hace que la luz que prometía iluminar una vida se apague de la nada. Las cupletinas no fueron las mejores, pero el estribillo las mejora.

La última agrupación de la noche fue el coro isleño El baile de los secretos. La puesta en escena cambió respecto a las preliminares comenzando frente a un telón que reveló la totalidad del coro y que empezó bailando. El primer tango fue una crítica a la gestión de la DANA y el segundo un piropo a Huelva por sus barrios.

Y se bajó el telón. Los acordes dieron paso a las charlas y las risas en la carpa, las quinielas y los nervios, las miradas de reojo a la tele y a las carreras para ver el fallo. Por última vez en el Carnaval Colombino 2025, a las seis de la mañana, se alzó el telón y el jurado falló. Primer premio en cuartetos Vamos a salvar el carnaval (la Fopac). Primer premio en Coro para Ojú, ¡Qué lío! y el segundo para El baile de los secretos. En murgas el orden fue primer premio Saca a mi Semanué, seguido de Los Rateros, Tú lo que quieres es que te coma el tigre y Aquí están tus niños. En comparsas la gloria llegó para Invisibles, mientras que el segundo recayó en Guadiana, tercero en El circo de los sumisos y el cuarto para La Volaura.

Más o menos acertado el concurso ha llegado a su fin con una noche en la que pase lo que pase se nos hace de día celebrando o llorando las penas de lo que fue o pudo ser. La final se nos hace eterna con comentarios y criticas aparte. El corazón se nos parte y empezamos a sonar en un nuevo febrero. Ahora, nos vemos por las calles