Carlos W. Adam, primer presidente del Recreativo

Historia menuda

Nacido en Esciocia se trasladó a nuestra ciudad en 1879 para representar la Gas Company Huelva l Era un gran deportista, pieza clave para la creación y consolidación del Recreativo de Huelva

Mr. Adam, primer presidente del Real Club Recreativo de Huelva.
Mr. Adam, primer presidente del Real Club Recreativo de Huelva.

10 de octubre 2011 - 01:00

EN cualquier actividad deportiva desarrollada en nuestra ciudad durante el siglo XIX, es necesario incluir a Mr. Carlos W. Adam, primer presidente del Recreativo de Huelva y, por lo tanto, primer presidente de un club español de fútbol.

Carlos W. Adam nació en Aisley (Escocia) el 31 de octubre de 1848. De clara y dispuesta inteligencia estudia con notable aprovechamiento hasta que obtiene el título de ingeniero. Pronto The Gas Company Huelva descubre su valer y lo desplaza a nuestra ciudad para que ostentase la representación en la misma de su Compañía, que, a través de un contrato firmado en 1879, estaba sustituyendo el alumbrado de petróleo por el de gas. Así pues, Mr. Adam se traslada en la citada fecha a la bella Sirena del Atlántico en compañía de su esposa María Soller, nacida en Tolli Pelthe (Italia) el 1 de enero de 1858. Y en nuestra ciudad nacerían todos sus hijos: Roberto (el día 4 de julio de 1882); Flora (el 3 de marzo de 1884); María (el 4 de diciembre de 1890); Isabel (el 25 de enero de 1893) y Juan (el 20 de mayo de 1895). Así pues, el primer prócer del fútbol español obtenía sus ingresos de la dirección de la Fábrica de Gas asentada en Huelva y de las rentas que le producían las fincas de Escocia heredadas de su padre. Trabajaba mucho y a pesar de su numerosa prole podía permitirse el lujo de entregar todas sus horas libres al Club de sus amores y a la práctica de varios deportes, entre ellos el golf. En este sentido, fue uno de los primeros practicantes de este deporte en nuestra provincia.

Mr. Adam fue un excelente deportista. Las noticias aparecidas en el diario La Provincia nos hacen saber que fue magnífico jugador de críquet, de land-tennis y entusiasta seguidor de todo lo que fuese actividad deportiva.

Residía en una casa espléndida sita en la calle Colón y los diarios onubenses de la época nos describen a don Carlos como un auténtico gentleman inglés, serio, respetuoso y muy amante de las tradiciones de sus mayores y de los hábitos de vida onubenses. No en vano, llevaba muchos años residiendo en Huelva y sus hijos eran todos onubenses.

Sus aficiones lo llevaron a cumplir dos objetivos: el primero que el Recreativo de Huelva se fortaleciese como Club (le consiguió una sede, un campo para practicar el fútbol en los terrenos pertenecientes a su Compañía de Gas…). El segundo objetivo a conseguir por parte de Mr. Adam es que se hiciese cotidiana la práctica de determinados deportes en nuestra ciudad.

Carlos Adam vino al mundo arropado de bienestar, esto es, pertenecía a lo que se suele llamar burguesía británica victoriana o del último tercio del siglo XIX. Deportivamente hablando la diferencia era ésta: Mientras los españoles acomodados de la época educaban a sus hijos en aquellos colegios en los que los muchachos permanecían once o doce horas en las aulas, en su país, Gran Bretaña, los pequeños lo más que permanecían en clase eran siete u ocho horas. A un adolescente le es imprescindible la actividad física, por ello, en las escuelas públicas británicas dedicaban varias horas al críquet, foot-ball, remo, atletismo…

Por ello Mr. Adam fue un hombre, al margen de su actividad laboral que le absorbía muchas horas, de una idea central: Promocionaría el deporte entre sus compatriotas y entre la gente joven del país de adopción, España.

Para lograr ese objetivo pondría a su disposición todas las posibilidades que estaban en sus manos: las instalaciones anexas a la Fábrica de Gas que dirigía, su propio dinero para la adquisición de las entradas de cualquier espectáculo deportivo, que luego repartía gratuitamente…

Mr. Adam frente al "localismo" deportivo británico de algunos de sus colaboradores, llevado extremadamente en el ámbito social, consideró que el mundo del deporte no tenía fronteras, por eso en el primer equipo recreativista figuraban los jugadores españoles Coto y Duclós.

Dispuesto a añadir nuevas actividades deportivas a las practicadas en nuestra capital hizo posible, a partir del año 1890 y con carácter anual, la celebración de los llamados Juegos Olímpicos, seis años antes de que los organizase el barón de Coubertain.

Carlos Adam, como gustaba que se le llamara, atravesó la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América con gran dignidad para el Club Decano, siendo sustituido en la presidencia del Recreativo el 29 de noviembre de 1896 por el doctor William Alexander Mackay, miembro de la directiva del Seamen's Club Institute y excelente cirujano.

A pesar de la competitividad de la electricidad, el gas se mantuvo en nuestra ciudad hasta cerca de los años veinte. Tras su etapa laboral, Mr. Adam se debió de marchar a su Escocia natal en 1909 o principios de 1910, ya que en las Actas Capitulares del 23 de junio de 1910, leemos la siguiente licencia, tras la oportuna solicitud, en la que figura un nuevo director de la Fábrica de Gas:

"Conceder licencia a don Roberto N. Wilson, director de la Fábrica de Gas, para edificar una casa-habitación en la carretera de Gibraleón".

No obstante, su familia tenía hecha su vida en Huelva y permaneció con la residencia en nuestra ciudad. Sus hijos estaban prendados de las excelencias que ofrecía nuestra capital Así, en el diario La Provincia del 10 de julio de 1916, podemos leer:

"Marcharon a la pintoresca playa de Punta Umbría, para pasar una temporada, la joven esposa y los hijitos de nuestro distinguido amigo don Roberto W. Adam".

Sabemos que su hijo Juan se dedicó a la Consignación de buques y a la actividad minera. Así, en el Diario de Huelva del día 1 de marzo de 1914 podemos leer:

"De la mina La Poderosa, llegó ayer el distinguido joven don Juan Adam…".

Dos años más tarde, martes, 2 de abril de 1918, aparece en el diario La Provincia la noticia de la boda de la hija de Mr. Adam:

"Una boda. Mañana, a las once, se verificará en Sevilla, en el Consulado británico, el enlace matrimonial de la señorita María Adam, con Mr. Jorge Sauf, jefe de vías y obras del ferrocarril de Zafra-Huelva.

Para asistir a la boda irán de Huelva muchísimos amigos de los contrayentes".

Años de silencio, en los que, a pesar de las bodas de sus hijos y los nacimientos de sus nietos no se acerca por Huelva don Carlos, quizás por que su estado de salud no se lo permitiera, hasta que el Diario de Huelva del martes, 9 de septiembre de 1924, comunicaba su fallecimiento:

"A la avanzada edad de 77 años -cuando estaba a punto de cumplir los 75 años de edad, precisamos nosotros- dejó de existir en Inglaterra el respetable señor don Carlos W. Adam, padre de nuestro buen amigo, don Roberto W. Adam.

En Huelva ha causado general sentimiento la muerte de dicho señor, donde sus hijos gozan de generales aprecios y simpatías.

A la familia doliente y en particular a su hijo don Roberto, enviamos nuestro más sentido pésame".

Pero su recuerdo permaneció en nuestra ciudad indeleble a lo largo de las décadas. Así, el 18 de diciembre de 2008 se inauguraba un monumento en su honor que proclama a propios y extraños la figura del primer presidente de una sociedad futbolística en nuestro país.

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