Claudio Barragán y las heridas abiertas
recreativo | ponferradina
El técnico berciano destaca la tensión del ambiente como clave en los problemas recreativistas Restan nueve jornadas por delante en las que el Decano se juega la vida
La grada del Nuevo Colombino fue madura. Alentó a los suyos, mostró su desaprabación en momentos determinados, pero fundamentalmente ayudó cuando más lo necesitó el equipo. Mostró sus quejas antes y después, especialmente con el entrenador. Durante el partido fue un activo más en la consecución de los tres puntos. Pero existe una nebulosa sobre el Recre que amenaza permanentemente a tormenta. Los jugadores se sienten incómodos, el técnico está tenso y al primer chispazo saltan todos los resortes.
La grada de animación siguió implacable y centrada en dejarse la piel por el equipo. Sin embargo sorprende a los visitantes el clima que se está generando alrededor del equipo. Claudio Barragán mostró su estupor en rueda de prensa. El técnico de la Ponferradina, libre de sospecha porque ni le va ni le viene el futuro recreativista, alertó del riesgo. Si las heridas abiertas en el entorno y la grada, e incluso alguna que se vislumbra dentro, se convierten en fractura permanente la única víctima será el propio Decano.
Quedan nueve jornadas. Cuatro de ellas serán en el Nuevo Colombino. Doce puntos que prácticamente le garantizarían a los albiazules disputar la promoción de ascenso a Primera División. Después de varias campañas mirando hacia abajo, el premio es suficientemente suculento como para curar las heridas.
La buena sintonía y la unión se vuelven fundamentales en estos momentos. Cuando los encuentros se dirimen por pequeños detalles y un punto más o menos puede resultar determinante. No estaría de más asumir el mensaje de Claudio Barragán como una visión limpia, de alguien totalmente objetivo para comprender que al menos en lo que dependa del propio Recre y el recreativismo no se escapen más detalles.
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