Fermín López, de Huelva, desata la locura en el clásico Madrid Barcelona

Apenas 17 minutos fueron suficientes. Era el tiempo que faltaba para que el arbitro pitase el final de un encuentro que, aunque era un amistoso en una gira veraniega, no dejaba de ser un Clásico.

Con el 1-0 en el marcador, Ancelotti se decidió a buscar el empate, dispuso de nuevo un 4-3-3 en el campo y obligó a Xavi a dar respiro a los suyos después de varios disparos del Madrid que acabaron estrellados en el larguero. En el 65 el de Terrassa puso en el terreno de juego a un joven de la Masia, sustituyendo a Pedri, probablemente con la única misión de contener el centro del campo. No pudo salirle mejor la decisión. El onubense Fermín López revolucionó un partido que estaba condenado a la victoria por la mínima o al empate.

Con el 29 a la espalda, el de El Campillo disputó balones, desquició a los defensas rivales y dio un recital de buen fútbol que, a buen seguro y vistas las principales portadas deportivas internacionales, no pasó desapercibido para nadie. 'San Fermín', como le han bautizado sus compañeros, hizo un gol de bella factura en el 84 que puso el 2-0 en el marcador y una diferencia lo suficientemente importante para que el Madrid pudiese levantarla en los minutos restantes. Pero no quedó ahí la actuación del centrocampista. En el alargue, y después de un robo de balón, dio un pase magistral a Ferran Torres para que este hiciese el definitivo 3-0.

El gol es digno de enseñar en todas las escuelas de fútbol base y la asistencia bien podría haberla firmado un jugador con una década de experiencia en campos de primera división.

En apenas siete minutos, Fermín López puso encima de la mesa sus credenciales para hacerse esta temporada con un hueco en la primera plantilla. Sus compañeros lo saben y por eso ninguno de ellos dejó de felicitar y de deshacerse en elogios con el héroe de la noche. Fermín, el menudo jugador que salió de la cantera del Decano, llegó a Barcelona para quedarse.