El Gerena no halla el camino para ser candidato y el Cartaya quiere aprovechar la tesitura para volver a ganar

Limón, con los mismos de siempre

El club solo ha incorporado a un portero

La clave, resistir las embestidas locales y salir pitando a la contra

La Palma necesita la victoria ante un Puente Genil que es candidato a todo

Entrenamiento de la AD Cartaya.
Entrenamiento de la AD Cartaya. / Ad Cartaya
Manolo Camacho

27 de enero 2024 - 17:28

Ser apátrida no debe ser fácil. No tener casa, ni aliento, ni nada de lo que supone una comunión entre un equipo y sus incondicionales. Vivir así es muy complicado. Así es el Gerena, rival del Cartaya este domingo, en el Antonio Puerta, un campo que no tiene nada que ver con el club sevillano, de ahí la casa y sus derivados. Seguramente ese sea uno de los motivos por los que el Gerena no está galleando en la Liga, cuando se le esperaba por las alturas y ahora mismo está con 22 puntos, solo cuatro más que el Cartaya. El mérito es que compiten como si nada, como si todo se moviese en la naturalidad, cuando es todo lo contrario. Equipos así son capaces de todo, porque se inmunizan al dolor, por lo que al Cartaya le espera un rival duro de pintarle la cara.

Por lo que respecta al conjunto de Limón, aspira a resarcirse de la derrota en casa ante el Ciudad de Lucena. No ha hecho apenas movimientos en el mercado y solo ha incorporado a un portero, Raúl Hernández, que ya estuvo hace años en la disciplina cartayera.

Todo lo demás es lo mismo y con eso debe arreglarse Limón hasta el final salvo sorpresa poco probable. En todo caso, lo mejor de la situación es que el entrenador está mentalizado. No se queja. Todo lo contrario. Un hombre de club en toda la extensión de la frase.

Ganar para el Cartaya sería firmar un certificado para la esperanza. Y además, metería al Gerena en el lío. Por eso, y olvidándose por un momento de la delicada situación del club, la plantilla se mentaliza para hacer bien su trabajo. Todo pasa factura, aunque sea en la traición del subconsciente. Pero la clave está en abstraerse, en pensar que la vida son dos ratos y hay que disfrutarla. Es, indudablemente, un soberano ejercicio de subsistencia. Tiene mérito lo que está haciendo el equipo rojinegro.

Si el Cartaya no sufre daños en los compases iniciales y mantiene firme y alejado al Gerena, entonces, con el paso de los minutos, crecerá las opciones de campanada. Y esa es la hoja de ruta. Resistir y correr como demonios en cuanto se presente la oportunidad de respirar aire puro. A contragolpe limpio, podría ser perfectamente la indicación para afrontar la contienda.

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