Joaquín alarga el sueño

MÁLAGA: Caballero; Jesús Gámez, Weligton, Demichelis, Eliseu; Iturra, Camacho; Isco, Joaquín (Duda, 84'), Portillo (Onyewu, 90'); y Saviola (Santa Cruz, 70'). MILAN: Amelia, De Sciglio, Mexes, Acerbi (Bojan, 79'), Bonera; Montolivo, Constant, Ambrosini, Emanuelson; El Shaarawy y Pazzini. Gol: 1-0 (64'): Joaquín. Árbitro: Pedro Proença (portugués). Mostró tarjetas amarillas a Constant, Emanuelson y Bonera. Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo C de la Liga de Campeones disputado en La Rosaleda ante 27.000 espectadores.

El Málaga consiguió su tercer triunfo en la Liga de Campeones y elevó su prestigio en Europa al ganar por 1-0 a un Milan que defraudó en su visita a La Rosaleda, donde Joaquín se erigió como el héroe de la noche con un tanto en la segunda parte con el que se resarcía del penalti fallado en el primer tiempo. De esta forma, el conjunto de Manuel Pellegrini lidera el Grupo C con autoridad tras ganar los tres partidos (el Milan es segundo con 4 puntos) y podría finiquitar su pase a la siguiente fase en la próxima jornada.

En una primera parte muy táctica, el conjunto local comenzó mostrando un gran respeto por su afamado rival, que infundía respeto más por su historia y los nombres de sus jugadores que por lo que exponía en el campo el cuadro rossonero, que actuaba sin riesgos consciente de que atraviesa momentos de confusión por su mal inicio de temporada.

Las fricciones fueron continuas, con muchas faltas y patadas, lo que se tradujo en muy poco ritmo en el juego. En este escenario el Milan vivía muy cómodo, ya que apenas se registraron llegadas a las áreas hasta el último tramo de la primera parte, cuando los andaluces dieron un paso adelante viendo que los italianos entregaban el balón. Y ocurrió porque aparecieron Isco y Joaquín, los dos jugadores más en forma del equipo costasoleño.

Así, en el minuto 36 el malagueño disparó desde la frontal del área y el balón se fue cerca del larguero. El joven centrocampista repitió dos minutos más tarde y obligando a Amelia a intervenir. Pero la gran ocasión del Málaga llegó poco antes del descanso con un regalo del árbitro, el portugués Pedro Proença, que vio penalti en un derribo a Gámez cuando en realidad hubo una carga lícita de Constant. Joaquín, como el sábado ante el Valladolid, asumió la responsabilidad y fallando, como el fin de semana, la ocasión tras tocar el esférico en el larguero.

Sin embargo, el penalti errado enrabietó al Málaga, comenzando por Joaquín, líder de un Málaga que tras la reanudación se fue a por el partido, ya sin complejos, ante un Milan que renunció a arriesgar. El premio llegó en el minuto 64, cuando el chileno Iturra le dio un pase magistral sobre Joaquín, que superó la desesperada salida de Amelia con un disparo ajustado.

Sólo al final el Milán se fue a por el empate, pero entonces apareció Willy Caballero para poner su granito a la victoria y hacer que La Rosaleda estallase de júbilo al final del partido en una noche histórica que sirvió para que el Málaga se reivindicara en Europa.