El onubense Joselito denuncia al Hellas Verona y a su antiguo representante ante la FIFA

El prometedor futbolista quedaría libre este verano poniendo fin a un calvario de cuatro años en Italia

Lleva más de un año reclamando la mitad de su salario, algo que el Hellas Verona se niega a pagar

La odisea del onubense Joselito en el Hellas Verona

Joselito en un entrenamiento con el Hellas Verona. / M.G.
Álvaro Rodríguez

02 de abril 2024 - 05:00

Poco a poco comienza a verse la luz al final del túnel, aunque la situación personal y deportiva de Joselito no ha cambiado respecto a las últimas semanas. Harto de promesas incumplidas, el onubense ha optado por denunciar al Hellas Verona y su antiguo representante ante el máximo organismo en el mundo del fútbol como es la FIFA, según ha podido conocer Huelva Información.

José Antonio Gómez Márquez llegó a Italia hace cuatro años, cuando tan solo tenía 16 años. Ese mismo verano firma su primera licencia federativa por el Hellas Verona por una duración de tres años. Un año más tarde decide depositar su confianza en un representante italiano llamado Ulisse Savini, quien acabaría siendo un enviado del club con el fin de que la entidad pudiera gestionar la carrera del joven futbolista onubense.

Su buen hacer en el equipo filial, el Primavera, provocó que inmediatamente el club le ofreciera la renovación hasta el 30 de junio de 2024. Un contrato que el jugador acepta debido a que se le ofrece la posibilidad de ser jugador del primer equipo con pleno derecho a partir de la temporada 22/23, rechazando ofertas de clubes importantes. Para más inri, los gialloblu, como se le conoce al Hellas Verona, hizo dos contratos sin consentimiento del jugador: uno federativo y otro privado, en el cual le obligaba a permanecer con Ulisse Savini a cambio de no perder la mitad del salario a percibir.

Además, el contrato incluía una cláusula en la que el club podía ampliar su vinculación dos años más con el jugador de forma unilateral, algo ilegal a todos los efectos. Su representante en ese momento se niega a entregarle el documento donde se acuerda que le pertenece en exclusiva la facultad de aceptar o rechazar una ampliación de contrato con el club más allá de junio de 2024.

Todo se remonta a marzo de 2023. Ulisse Salvini, agente del jugador, comienza a trabajar en un cargo directivo del club Imolese Calcio 1919, una actividad incompatible con su función de agente. Por este motivo, Joselito decide romper en mayo del pasado año el contrato que le unía a su representante, todo dentro del marco de la legalidad.

A partir de ese momento comienzan los problemas. Numerosos representantes de la cuerda del club intentaron hacerse con sus servicios, llegando incluso a las amenazas: "o firmo con él, o no jugaría en dos años, ni debutaría con el primer equipo del Hellas Verona", según se relata en la denuncia. Además, quedó apartado de los entrenamientos que dirigía el entrenador Marco Baroni, cuyo trato pasó a ser vejatorio, hablando de malos modos e incluso insultando al jugador.

Todo ello orquestado por el club, quien pretendía retener al futbolista el máximo tiempo posible y gestionar su carrera profesional con tan solo 19 años. No sería la única piedra en el camino. Además de no hacer entrega de documentos necesarios para reclamar sus propios derechos deportivos, mantiene desde hace más de un año un pulso con el club en el que reclama la mitad del contrato en concepto de salario, tal y como se ha mencionado anteriormente. La única respuesta que ofrece el Hellas Verona es que al romper el contrato con Savini no tiene derecho a cobrar la mitad del contrato, lo que deja patente que esta persona no era más que un simple enviado del club para gestionar su carrera.

Por todo ello, Joselito se ha visto obligado a denunciar ante el mayor órgano federativo para resolver su situación. El onubense solicita que se declare nula la cláusula de opción de prórroga unilateral en favor de Hellas Verona contenida en el contrato de fecha 27/07/2022 y por la que se le faculta prorrogar dos años más el contrato, que se abonen las cantidades debidas y reclamadas en concepto de salario que la entidad italiana se niega a hacer frente y que se extinga la relación laboral con el club por incumplimiento de contrato, al apartar al futbolista de la rutina normal del club y resto de sus compañeros, tal y como establece el artículo 7 del convenio colectivo de la Federación Italiana de Fútbol.

Así las cosas, el onubense espera una resolución favorable por parte de la FIFA con el objetivo de que se ponga punto y final a su calvario particular de cuatro años en Italia, quedando libre este mismo verano para poder seguir desarrollando su prometedora carrera en un club con un proyecto deportivo e institucional estable.

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