La Olímpica convence

La Olímpica Valverdeña sacó adelante con toda justicia su partido ante un buen rival, la Roteña, pese a que la anulación de un gol apunto estuvo de enturbiar el panorama para los locales. Fue en el minuto 65 y con 1-1 en el marcador, cuando al meta visitante se le escapó un balón lanzado en golpe franco por Castilla y entró en la portería sin mediación de ningún jugador valverdeño, pese a lo que el asistente entendió que se había producido falta al portero e indicó la anulación del gol cuando ya el árbitro, el meta Agüi, los dos equipos y los aficionados lo daban por bueno. Menos mal que el incidente, que provocó la indignación entre los locales, acabó minimizado por el segundo tanto de la Olímpica, dos minutos después, que le valió para lograr el triunfo en su mejor partido en esta segunda vuelta.

Los valverdeños salieron con ganas de apuntalar su dominio con goles, y en los primeros instantes del partido ya contó con las ocasiones claras de Salguero, Tinoco y Juan Antonio, en las que el balón se resistió a entrar.

El partido comenzaba de forma vibrante, con los dos equipos lanzados en busca del área rival. Juan Antonio lo intentó de cabeza, tras un lanzamiento de falta botado por Mantero. También probó Tinoco en una gran jugada que no pudo culminar con un centro certero.

Sí fue válida, en cambio, la réplica de los visitantes en el 28', a raiz de un contragolpe cortado en falta por Tinoco. Poley ejecuta el castigo con un medido centro a Richard que cabecea al fondo de la red sin que nadie pudiera evitarlo entre los locales (0-1).

El resultado no era justo. La Olímpica estaba poniendo de su parte para acabar de forma favorable el encuentro y por ello siguió intentando la consecución del gol. Queque trató de encontrarlo casi a la desesperada, en un centro envenenado despejado a córner 'in extremis'. También Salguero, en plena oleada de ataques locales, buscó el gol desde fuera del área.

Pero al descanso se llegó con la mínima ventaja del equipo de Rota, pese a que Juan Antonio, antes del final del primer tiempo, rematara una vez más a puerta, demostrando que es el mejor cabeceador de ésta y otras categorías regionales.

En la segunda mitad, la Olímpica sabía que sólo valía darle la vuelta al marcador. El equipo salió mentalizado en este propósito y así logró muy pronto restablecer la igualada inicial. El extremo Rivero es derribado de forma clara en el área visitante (29') y Juan Antonio se encargó de materializar el gol de forma no menos clara.

El tanto incrementó la motivación de los locales, convencidos en su fe de victoria, y así el propio Juan Antonio, tras hacerse con el balón a continuación del saque de centro, probó a repetir gol, esta vez desde muy lejos.

Pero el que sí estuvo más cerca fue el segundo gol de la Roteña, en un despeje de la defensa local que rebotó en un delantero gaditano y el balón salió fuera rozando el palo, cuando Roque ya estaba batido. Fueron los minutos de más apuros en los locales, pues un nuevo contragolpe visitante, sólo un minuto después, obligó a Roque a salir de su área, provocando una falta que acabó sin consecuencias.

Prácticamente, los gaditanos ya no inquietaron más a los valverdeños, pues en el 65' vino la mencionada jugada polémica, quizá en uno de los disparates más grandes que se han podido ver en un partido de fútbol. La anulación del gol a la Olímpica sorprendió hasta al portero roteño, que se lamentaba de su terrible fallo cuando el asistente indicó al árbitro la falta inexistente de un valverdeño que ni siquiera estaba junto al portero cuando a éste se le escapó el balón para introducirse en la portería.

El árbitro estaba teniendo una actuación inmaculada hasta que se vio perjudicado por ese incomprensible error que fue menos doloroso después de que el segundo tanto local, esta vez validado, se produjera sólo dos minutos después. Juan Antonio remachó con su pierna derecha un rechace a un remate propio de cabeza en la portería visitante (2-1, 67').

En la recta final sólo existió la Olímpica, que incluso pudo lograr más renta en una jugada de Sampedro, que acabó con el balón en el lateral de la red; o en la apabullante avalancha final,cuando un peligroso centrochut de Castilla, un tiro de Chato al larguero y un cabezazo de Sampedro pudieron convertir la victoria en una goleada.