Zaragoza se rinde al líder (1-2)

Zaragoza/Ni la mítica Zaragoza, la ciudad de los asedios y la resistencia, pudo mantener en pie sus defensas ante el líder. El Recre no levanta el pie. No parece conocer límite. Es capaz de ganar tocando, pasando por encima, a balón parado, con brega y lucha o, como hizo en La Romareda, sumando en cada instante lo que le pidió el encuentro hasta el punto de necesitar un punto socarrón e italianizado que también encontró.

Escenario de gala para defender el liderato. Uno de los campos señeros de la categoría recibió al mejor del campeonato, al primero, a un Recre henchido tras un espectacular comienzo de la Liga. Los albiazules marcaron en rojo el choque. Era una piedra ideal de toque para calibrar el potencial real y sentar las bases para creer tras un arranque increíble de campeonato.

No fue fácil. Tuvo que sufrir y apretar los dientes. Los grandes también lo hacen. Los problemas para Sergi Barjuan comenzaron antes de empezar a rodar el balón. Jonathan Valle sintió unas molestias en la rodilla. Jorge Larena tuvo su oportunidad desde el comienzo. El canario fue protagonista en el estreno en Murcia con un gol que dio tres puntos. Hasta ayer no tuvo peso real en el once albiazul. El canario demostró su calidad, aunque en ocasiones pecó de parsimonia.

Sin dominador claro en el choque sí que tuvo más peligro el Real Zaragoza en sus contadas aproximaciones al área. El Recre lo fue a buscar. Lejos de replegarse buscó la lucha. El líder lo es por algo y con esa premisa llegó el conjunto albiazul a La Romareda. Los maños, en cambio, trataron en todo momento de buscar la salida rápida para forzar una superioridad numérica que habilitara a sus atacantes. No inquietó a Cabrero, pero minó a la zaga albiazul con tarjetas rápidas que condicionaron el resto del encuentro. Víctor lideró los ataques zaragocistas con permanentes movimientos arrancando desde las bandas.

Cuando va primero suele necesitar poco para demostrar sus recursos. Es porque tiene elementos suficientes para ello y eficacia. Hay tardes para el lucimiento y otras para el pragmatismo. Tuvo más de lo segundo el Recre en La Romareda. Protagonizó contadas aproximaciones al área de Leo Franco. Tampoco las necesitó. Tiró de talento y pizarra. Un córner botado magistralmente por Álvaro Antón y Ruymán se adelantó al meta local en el primer palo en el minuto 37. Y aún tuvo Zamora en su cabeza el segundo en el 42. De nuevo una acción a balón parado. Falta desde el mismo costado de la acción del gol y el murciano que no se lo esperó.

Salió achuchando el Zaragoza. Como era de esperar. Y se durmió el Recre. Le costó gestionar el arreón inicial maño tras el paso por el vestuario. Sabía que si soportaba el acoso inicial tendría en su mano el encuentro. Cuatro minutos necesitó Henríquez para igualar la contienda. El chileno se aprovechó de la indecisión de Ruymán tras un centro lateral para tocar lo justo el balón.

El empate equilibró la contienda en todos los sentidos. El Zaragoza entró en el partido, de donde no salió el Recre. Los albiazules no se descompusieron. Siguieron buscando a su oponente. La intensidad, el orden y el ritmo les abrió la puerta. Álvaro Antón, que se marcó un partidazo, protagonizó un contragolpe letal para que Linares, siempre al quite, rematase en el último instante. El delantero se dejó el físico en el tanto. Pidió el cambio inmediatamente después con molestias.

Trató de controlar Sergi Barjuan. No lo consiguió. Le tocó entonces sacar una versión italianizada de sí mismo, desconocida. El equipo ingenuo y blando de tantas tardes se comportó como un zorro viejo en un cuarto de hora final en el que el balón estuvo más parado que en movimiento. Su rival murió en el intentó. Haciendo bueno el mítico 'Zaragoza no se rinde' buscó una y otra vez a Cabrero.

Paco Herrera lo puso todo sobre el terreno de juego. Le faltó sacar a Palafox y a Agustina si los hubiese tenido en el banquillo, pero ni por esas habría podido evitar la caída de su plaza. Delante tenía a un rival que está escribiendo un arranque inmaculado con mayúsculas. Los problemas físicos de hombres como Arana o Joselu dieron un punto de incertidumbre al final. La tensión se apoderó de las piernas. Faltó algo de paciencia y frescura para tomar la decisión correcta en varios contragolpes que no se supieron desarrollar.

Nadie dijo que fuese fácil. Delante, el Zaragoza y en su campo. Rival y escenario para dar un golpe sobre la mesa. Aquí está el Recre, aquí está el líder.