126 años de vida en 90 minutos
El Recreativo afronta contra el Linares un encuentro decisivo para su permanencia y supervivencia institucional Al Decano le vale con puntuar o que el Jumilla no gane en casa
La final de Elche, el empate en Castalia, el no ascenso en Soria, la remontada contra el Xerez, el tristemente recordado 20 D, los minutos agónicos pendientes de Lasesarre, la salve en el Nuevo Los Pajaritos... Llantos, lágrimas y sentimientos que forjaron 126 años de leyenda. Todos y cada uno de esos días memorables para el recreativismo se funden en 90 minutos. A un partido de la vida, a un punto de respirar aliviado y dejar atrás un segundo año para olvidar enlazado que tiene al Decano al borde mismo del abismo. El final que nadie quería hoy en el Nuevo Colombino. El Recre se juega su permanencia en Segunda B. Con ella lucha por mucho más que por un objetivo deportivo ineludible. Lo hace por su propia supervivencia. Para que haya futuro, el presente debe ser el de la salvación en Segunda B.
El Recre se enfrenta a su partido más importante en 126 años de historia. No lo es por lo que tiene que ganar, sino por lo que puede perder. Puntuar le vale para estar en Segunda B y eludir su primer match-ball, el deportivo. Después tendrá que encarar otro decisivo en los despachos que le permita superar la línea roja del 30 de junio.
Depende de sí mismo y le vale la igualada por la renta, pero jugársela a una equis es peligroso en cuanto que estaría siempre a un gol del desastre. Los albiazules quieren ganar y ya anticiparon que afrontarán así el choque. En otros campos habrá mucho en liza. Un empate del Jumilla valdría en cualquier caso para garantizar la permanencia pase lo que pase en Huelva. Pero nadie se fía de lo que pueda pasar en tierras murcianas y mucho menos con lo poco que se juega el Sevilla Atlético y las bajas con las que se desplaza.
Tampoco le vale otra cosa al Linares de partida que la victoria. Los jiennenses necesitan puntuar y esperar lo que hagan el Jumilla o el Algeciras, sus dos principales rivales. En puestos de promoción, evitar el descenso directo es el primer objetivo visitante.
Para un partido tan determinante, Alejandro Ceballos cuenta con los problemas que le han perseguido durante toda la temporada. No tiene lateral izquierdo. Además Diego Jiménez está prácticamente descartado para el choque por unas molestias en la rodilla. Tampoco tiene referencia ofensiva por la sanción de Rubén Mesa y la lesión de Arthuro. Tras la experiencia en Lepe de la semana pasada, el de Gines hará una modificación. Espera un choque de control, posesión y mucha cabeza contra el Linares. Por ello durante la semana probó con una variante que le permita tener una mayor presencia en el centro del campo. Así también anularía el planteamiento jiennense. Los de Torres en las jornadas precedentes colocaron más futbolistas por dentro. Dani Molina regresará al once inicial después de cumplir su sanción. Ante la falta de recursos ofensivos, parece probable que como en otras ocasiones Ceballos apuesta por cuatro centrocampistas con uno de ellos algo más escorado en banda y arriba se repartan las funciones del ataque Waldo y Antonio Núñez. La alternativa es la entrada de Ernesto, lo que provocaría la salida de Ale Zambrano del once. El cuarteto defensivo estará formado por Mario Marín, José Alonso, Álvaro Moreno y Carlos Delgado. El preparador convoca a todos sus hombres disponibles.
Contará, eso sí, con el mejor refuerzo de la segunda vuelta. El Nuevo Colombino rozará el lleno y habrá un ambiente de gala. La afición albiazul responderá.
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